El Fiscal de Sala Coordinador de Menores, José Javier Huete, ha advertido este viernes en uno de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense, que se celebran en San Lorenzo de El Escorial (Madrid), que a través del videojuego Pokémon Go ya se están produciendo delitos en nuestro país. En concreto, Huete ha hablado de algunos casos de robo en los que se utilizan ‘pokémons’ a modo de cebo para que los menores acudan a un punto concreto y así poder robarles.
«Pokémon Go nos va a dar muchos problemas», ha asegurado Huete, antes de explicar que «los ‘pokémons’ aparecen en determinados puntos, pero se pueden programar determinados cebos y se están produciendo diversos delitos patrimoniales. Al que va allí le están robando el móvil, la cartera…a cuenta de que se está poniendo el ‘cebito’ de turno con un pokémon guay, que todo el mundo quiere, y allá que están yendo como borregos, porque van más pendientes del móvil que de otra cosa».
Huete ha aseverado que «ha habido ya más de un robo y dentro de poco, porque se han detectado zonas con siembra de cebos, va a haber delitos con carácter violento«. El responsable de coordinar las actuaciones de las distintas fiscalías de menores ha afirmado, además, que esta situación puede verse agravada en el futuro.
«Este juego no les llama la atención especialmente todavía (a los menores), porque yo creo que está más enfocado a los que lo vivieron en su época, gente de entre 30 y 30 y pico años que pudieron jugar a esto cuando tenían 15 o 16, pero en cuanto lo reconviertan hacia un juego de menores, podemos tener un problema muy serio», ha aseverado.
El funcionamiento de Pokémon Go se podría resumir en que un jugador va caminando con su móvil, que está geolocalizado, y cuando pasa cerca de un pokémon -unas criaturas fantásticas coleccionables- el teléfono le avisa. Entonces lo podrá capturar lanzando un objeto llamado Poke Ball que se acciona tocando la pantalla. Estas criaturas pueden estar en cualquier sitio en la vida real, por lo que se pueden suceder en situaciones de los más variopintas e incluso que el jugador incurra en alguno de los delitos tipificados en el Código Penal.
Los delitos que se pueden cometer
En una nota informativa emitida recientemente por la compañía de seguros y servicios jurídicos Legalitas, se advertía de una serie de delitos que se podía cometer jugando a este popular videojuego basado en los títulos que fueron publicados para la consola portátil Game Boy hace 20 años.
Entre estos, Legalitas destacaba los de entrar en una propiedad privada sin autorización para cazar un Pokémon, incluidos restaurantes o centros comerciales. Ello podría ser constitutivo de delito de allanamiento de morada, previsto en el artículo 202 del Código Penal, y podría acarrear penas de prisión de seis meses a dos años y una multa que variaría en función del modo en el que se accediese a la propiedad.
También sería constitutivo de delito el entrar en lugares públicos cuando estén cerrados. Las consecuencias penales podrían ser de penas de prisión de seis meses a un año y de hasta tres años si se ha entrado ejerciendo violencia e intimidación. Legalitas explica que recientemente dos jóvenes accedieron a un cuartel de la Guardia Civil en Las Rozas jugando a Pokémon Go.
Hasta 200 euros de multa y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir serían las consecuencias de jugar a este videojuego si se hace mientras se hace frente al volante, ya que el utilizar el teléfono móvil mientras se conduce lleva aparejada esta sanción administrativa. Si se diese el caso de que la infracción fuese considerada como conducción temeraria y se produjera «con manifiesto desprecio por la vida de los demás», la pena podría ser de cinco años de prisión, además de una multa y la privación del permiso de conducir por un periodo de hasta diez años.
El subir una imagen a la red obtenida a través de una captura de pantalla del videojuego, puede ir en contra de la normativa sobre protección de la propia imagen, advierte asimismo la aseguradora.
Por último, si lo que pretendemos es reclamar que nos hemos caído en la vía pública mientras jugamos a Pokémon Go, no podremos hacerlo, ya que parareclamar a la Administración Pública por una caída en la calle que nos ha causado lesiones es necesaria una relación de causalidad entre estas y el funcionamiento del servicio público. «Si las lesiones se han producido por una negligencia del jugador y no porque la vía estuviera en mal estado, no podrá ser objeto de reclamación», explican desde Legalitas.