El azote del viento, la orografía escarpada y el terreno volcánico sobre el que operan en La Palma los efectivos de la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales están siendo los principales escollos del trabajo que desarrollan, en turnos de doce horas, estos profesionales.
Concentrados ahora en luchar contra el frente de fuego que afecta al volcán de El Cabrito (1.859 metros), en el municipio de Mazo, en el que anoche entró el fuego, estos brigadistas confían en que este domingo se puedan dar mejores noticias sobre la evolución de este incendio, iniciado hace cuatro días en el municipio de El Paso en un foco que ya ha sido perimetrado.
Las labores que se realizan actualmente en Mazo se centran en atajar el fuego, que afecta a barrancos inaccesibles a pie, con medios aéreos, para facilitar, posteriormente, el trabajo terrestre de los brigadistas, según han informado fuentes de esta unidad del Ministerio de Medio Ambiente con base en Puntagorda.
Aunque sus efectivos han participado, años atrás, en la extinción de varios incendios, el que afecta a buena parte de la isla de La Palma desde el miércoles se antoja difícil debido a la zona escarpada y volcánica por la que se ha propagado.
El fuego se cuela por debajo de las piedras volcánicas y eso dificulta el trabajo terrestre, han explicado las fuentes, que han destacado, no obstante, que la preparación y formación que reciben día a día les permite combatir sin riesgos estas complicadas condiciones de trabajo.
Estos profesionales agradecen a la población que reconozca su desempeño ante incendios como éste y se sienten orgullosos de que su trabajo se vea recompensado con las numerosas muestras de gratitud y apoyo recibidas.
Sin embargo, recuerdan que siguen luchando por unas condiciones laborales más «dignas» y porque se les reconozca la categoría profesional de bomberos forestales, que es la que consideran que corresponde a quienes apagan fuegos en el monte, han recalcado las fuentes.