La quinta reunión entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, este lunes, ha terminado igual que las cuatro anteriores: con el no rotundo del PSOE a apoyar su investidura. El encuentro ha durado apenas media hora. «Ha sido una reunión perfectamente prescindible», ha asegurado Sánchez. «No era para ofrecer nada al PSOE, sino para escenificar la opinión del señor Rajoy de que es el PSOE el responsable de que no salga su investidura», ha afirmado el secretario general de los socialistas, que mantiene su postura tras la presión para que se abstenga tras el pacto entre PP y Ciudadanos. El presidente en funciones le ha replicado después que «el diálogo nunca es prescindible».
El líder socialista ha insistido en que Rajoy «es responsable en exclusiva» de no tener los apoyos suficientes para salir investido presidente el próximo viernes, en la segunda votación. El líder del PP ha sumado los votos a favor de los 32 diputados de Ciudadanos y uno más de Coalición Canaria, pero le siguen faltando 6 síes en la primera votación u 11 abstenciones en la segunda para salir investido. Rajoy ha admitido que acudirá a una investidura fallida, pero en rueda de prensa ha asegurado que no tirará la toalla: «Yo lo voy a seguir intentando por responsabilidad. Me he presentado a las elecciones como candidato de un partido que ha tenido el apoyo de ocho millones de españoles». «El PSOE tiene la llave», ha añadido.
Frente a la defensa de Albert Rivera del acuerdo con el PP, en el que cita «100 medidas» que ya contemplaba el pacto con el PSOE, Sánchez ve un programa de Gobierno «conservador y continuista». «Este no es nuestro acuerdo. Perpetúa las políticas lesivas del PP», ha resumido. «Si teníamos razones para votar en contra, encontramos más ante un acuerdo de Gobierno que no rectifica los elementos nucleares de las leyes de estos cuatro años del PP». Para justificar su posición, Sánchez ha puesto ejemplos como que no se derogue la reforma laboral o que se «postergue sine die» la reforma constitucional. «Por los usos y abusos que ha realizado de las instituciones y por ser un partido imputado, el PP no puede liderar la regeneración democrática de nuestro país», ha concluido Sánchez.
Mientras, Rajoy ha insistido en que el bloqueo político y la incertidumbre ponen en peligro la recuperación económica y «dañan el crédito de España como país». «Es inadmisible».
Preguntado, en repetidas ocasiones, sobre la posibilidad de presentarse como alternativa si Rajoy fracasa en la investidura, Sánchez ha sido ambiguo. «La responsabilidad a partir del 2 de septiembre seguirá recayendo sobre el señor Rajoy. Si no es capaz, también será su responsabilidad. No la del PSOE. A partir de ahí, creo que no podemos adelantar más cuestiones. Los procesos de investidura son vivos y dinámicos y veremos qué ocurre a partir de esta fecha», ha dicho. Cuando se le ha insistido para que aclarase sus intenciones, solo ha añadido: «El PSOE siempre estará en la solución».
Rajoy no le ha preguntado a Sánchez durante la reunión si pensaba intentarlo tras su probable investidura fallida, pero ha recordado que en anteriores ocasiones Sánchez se había comprometido a no aceptar el apoyo de ningún partido independentista. El comité federal del PSOE posterior a las elecciones del pasado 20 de diciembre estableció que los socialistas no aceptarían el respaldo de esos partidos y ratificó que votarían en contra de la investidura del candidato del PP.
Preguntado por si estaba en contacto con otros dirigentes del PSOE o si le constaba que en las filas socialistas no todos tuvieran la misma postura que Sánchez, Rajoy ha contestado que no lo había hecho ni pensaba hacerlo. «No tiene ningún sentido que yo ande por ahí malmetiendo ni rompiendo los procedimientos normales. Las personas deben ser respetuosas con las reglas de juego. Yo hablaré con el señor Sánchez, que es al que han elegido los militantes del PSOE. Y si alguna vez deja de serlo, hablaré con el que me toque si sigo yo por aquí», ha dicho.
Sánchez ha recordado que las decisiones que toma el PSOE «son colegiadas», en caso de que se convoque un comité federal. Esto es, que la responsabilidad de una abstención para permitir gobernar al PP no sería exclusiva de él. «Cuando haya hechos nuevos que puedan alterar la posición del PSOE, convocaré un comité», ha sostenido. El líder de los socialistas ha negado que a día de hoy líderes territoriales del partido hayan pedido formalmente la reunión del comité con carácter extraordinario.
Presidentes autonómicos como Ximo Puig (Comunidad Valenciana) o Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) han planteado la opción de que el comité se celebre después de las elecciones autonómicas de Galicia y País Vasco del 25 de septiembre. «En la vida política, por supuesto, hay que contemplar todos los escenarios que se produzcan. En las próximas semanas ese es uno de ellos. Pero estamos a las puertas de la derrota política de Rajoy esta semana».
