Tenemos mucho y debemos preservarlo. Ese es el reto: salvaguardar la riqueza natural de Canarias, que no sólo constituye uno de nuestros principales atractivos turísticos y consiguientemente nuestra primera fuente económica, sino que también conforma enclaves ideales para la investigación y la educación ambiental.
Espacios naturales y parques nacionales, cuya gestión ya ha empezado a ser traspasada a las corporaciones insulares, requieren la puesta en marcha de políticas que propicien el equilibrio entre el uso y la protección. Así lo ha defendido Agrupación Socialista Gomera (ASG) en el Parlamento de Canarias, donde nos posicionamos a favor del turismo sostenible.
Materializar ese compromiso requiere, sin embargo, la implicación de particulares y empresas, entidades privadas y el conjunto de las administraciones públicas. Aunque el Cabildo de La Gomera asuma la gestión del Parque Nacional de Garajonay a principios del próximo año – tal y como ya ha sucedido en otras partes del archipiélago y otras administraciones insulares- , es necesario sumar recursos.
Las competencias deben venir acompañada de una correcta planificación y la necesaria disposición de medios económicos y materiales. Cobran fuerza, por tanto, iniciativas como el “céntimo verde”, planteado por la Federación Canarias de Islas (Fecai), cuya finalidad es la puesta en marcha de acciones para proteger la biodiversidad, recuperar suelos erosionados o prevenir incendios.
Ser partícipes de coordinar y potenciar el entorno natural es una responsabilidad que en La Gomera queremos asumir con sentido común, decididos a mantener el legado que hemos heredado de nuestros predecesores, y convencidos de que no podemos caer en el error de cerrar espacios. Todo lo contrario, hay que concienciar y cooperar para alcanzar una utilidad responsable.
Ya hemos emprendido el camino. Sumamos cuatro años de gestión de nuestra Reserva de la Biosfera, en los que hemos comprobado que desarrollo económico y conservación son realidades compatibles. Y es que disponemos de unos recursos naturales tan importantes y de tal interés que sería una auténtica irresponsabilidad no conciliar ambos principios.
La experiencia nos avala. En La Gomera siempre hemos convivido con el entorno natural. Nuestra oferta turística se sustenta en el disfrute del entorno y, en consecuencia, busca limitar las consecuencias negativas que conlleva la sobreexplotación de los recursos.
Sin embargo, muchos municipios carecen de los medios necesarios. Sucede así, por ejemplo, con la gestión del Parque Rural de Valle Gran Rey, donde se ha vuelto imprescindible la colaboración del Cabildo. Pero es que no puede ser de otra forma.
Los gomeros somos muy conscientes de lo mucho que le debemos a nuestros recursos naturales y eso nos ha llevado a priorizar la protección de los espacios. Tal es así que desde la Institución insular se ha invertido más de 1,5 millones de euros en el control de especies asilvestradas, la conservación de la laurisilva y proyectos de mejora las riquezas naturales. Se unen proyectos como “+Life Garajonay”, con el que se apuesta por la recuperación de áreas dañadas por el incendio de 2012 y, a su vez, se fomenta el empleo.
Los siguientes pasos que debemos dar tienen que orientarse hacia el mañana y deben darse en y para toda Canarias. Hay que diseñar una planificación que incluya planes estratégicos de conservación y los imprescindibles planes de financiación.
El “céntimo verde” no es una idea descabellada. Todo lo contrario. Puede convertirse en un modo factible de concienciación ciudadana y que, sobre todo, posibilite la obtención de los ingresos con los que desarrollar políticas de protección.
Tenemos que recorrer el sendero correcto. Aquel que nos lleve a mantener los tesoros naturales canarios y que también permita avanzar, compartir, disfrutar y, en definitiva, asegurar el futuro al que todos tenemos derecho.
Casimiro Curbelo
Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera