Sí se puede La Gomera considera que, de llevarse a cabo la modificación de la ley sobre ordenación territorial en las islas occidentales, las consecuencias serán muy graves para el sector turístico insular, toda vez que lo que propone la Ley entra en claro conflicto en lo trabajado hasta ahora en la isla por instituciones, empresas y profesionales que han apostado por el desarrollo de iniciativas de turismo sostenible.
El día 13 de septiembre de 2016 se debatirá en el Parlamento de Canarias el Dictamen de la Comisión de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, relativo a la Proposición de Ley para la modificación de los artículos 4 y 8 de la Ley 6/2002, de 12 de junio, sobre medidas de ordenación territorial de la actividad turística en las islas de El Hierro, La Gomera y La Palma.
Para la formación asamblearia, tal propuesta pretende instaurar el modelo de edificación del turismo de sol y playa en los ámbitos rurales, apostando por convertir el suelo rústico en un lugar donde se pueden articular proyectos constructivos que no respetan las singularidades de ese espacio.
Cabe recordar que la Ley 6/2002 buscaba un modelo de desarrollo turístico sostenible y específico. Para ello incluía sistemas de seguimiento y de temporalización de las actuaciones, fijando límites y ritmos al crecimiento. Hasta ahora, la Ley permitía la realización en suelo rústico de unidades aisladas de explotación turística integradas en el medio y respetando el paisaje agrario.
A juicio de Rubén Martínez Carmona, consejero de Sí se puede en el Cabildo Insular de La Gomera: “Estamos ante unos momentos de gran trascendencia ya que en vez de apostar por un turismo que respete nuestra idiosincrasia, que nos diferencie y que es curiosamente lo que demanda quienes vienen a nuestra Isla a tenor de las investigaciones realizadas, apostamos sin tapujos por el otro modelo, el de edificaciones masivas en todos los espacios, llenando nuestro territorio de una especie de sarampión de construcciones turísticas sin ningún tipo de límite ni orden”.
Las principales modificaciones que se pretenden incorporar con la nueva Proposición de Ley son disminuir las exigencias superficiales de las actuaciones en suelo rústico permitiendo el incremento de plazas turística de manera importante. Asimismo, se deroga la distancia mínima entre establecimientos turísticos en el espacio rural y se elimina la obligación de poner y mantener en cultivo agrícola las parcelas donde se desarrollen esos establecimientos.
Otra de las propuestas consiste en suprimir los límites, que se establecían en razón de la sostenibilidad, de las edificaciones a realizar, así como el ritmo de crecimiento de la planta alojativa.
Para Sí se puede queda claro que con la modificación que se pretende aprobar, las implantaciones turísticas en suelos rústicos de protección paisajística o cultural dejan de tener el carácter excepcional que les fijaba la Ley 6/2002. Con todo ello se propiciarán ilimitadas actuaciones aisladas, inconexas y no planificadas, que provocarán daños irreversibles en el paisaje y el territorio.
El consejero de Sí se puede señala: “Estamos ante la destrucción del suelo rústico y del paisaje que lo define. Parece ser que el interés de los partidos que defienden dicha modificación no es apoyar el sector primario y definir un modelo de convivencia entre este y el sector turístico. Entendemos que para La Gomera se debe apostar por un modelo específico, diferenciado, que sea definido por la sostenibilidad y el respeto al medio rural. No podemos permitir que aquellas Islas que han quedado al margen de un crecimiento turístico desmedido entren por la misma senda a costa de sus principales valores paisajísticos y productivos. Creemos que es un grave error traer el modelo turístico de sol y playa a nuestro entorno rural.”