El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este lunes ante sus compañeros de la dirección su intención de convocar ya el 39 Congreso del partido, celebrando unas primarias en octubre.
Según han adelantado fuentes socialistas a Europa Press, así lo ha hecho ante la Comisión Permanente de la Ejecutiva Federal, reunida este lunes en Ferraz para analizar los resultados de las elecciones de este domingo en Galicia y el País Vasco.
Pedro Sánchez ha encadenado este 25S, otra vez, los peores resultados de la historia para el PSOE. Esta vez en Galicia y en Euskadi y en el momento más delicado para su continuidad al frente del partido. El líder socialista, que echó el resto sin éxito en sendas campañas electorales, aspira ahora a sacar adelante una alternativa al gobierno de Mariano Rajoy, pero se encontrará con la oposición del sector crítico, encabezado por seis de los siete presidentes autonómicos socialistas, que insisten en que «con 85 escaños no se puede gobernar». Susana Díaz y el resto de barones están por ahora dispuestos a frenar los planes de Sánchez y encuentran en los resultados del 25S un reforzamiento de sus argumentos.
Dirigentes críticos del PSOE emplazan a una reflexión
Reflexión. Es la palabra más repetida por los dirigentes críticos del PSOE que hasta ahora se han pronunciado sobre los resultados electorales de Galicia y Euskadi. A pesar del reconocimiento a última hora de la noche por parte de Ferraz de los «malos resultados», en el sector crítico no quieren que la dirección busque culpables de lo que ha pasado el 25S: reclaman «análisis» y autocrítica».
La primera en pronunciarse fue la secretaria general del PSOE en Sevilla, Verónica Pérez, a través de un tuit en la misma noche electoral. Lamentó los «resultados históricos» de los socialistas -en alusión a las palabras de Pedro Sánchez el 20D tras el primer batacazo en las generales- y avisó de que no se pueden «volver a pulverizar» esos resultados.
En esa misma línea se ha pronunciado el secretario de Política Federal del PSOE, Antonio Pradas, el hombre de Susana Díaz en la Ejecutiva: «Hay que hacer autocrítica, no poner paños calientes», ha avisado. Pradas ha asegurado que los resultados son «malos, sin paliativos». No obstante, ha aguardado al análisis que se espera del secretario general en la reunión de la Comisión Permanente -el núcleo duro de la dirección- para revelar la «posición» que adoptará la principal federación socialista, que ya no disimula su hartazgo con Sánchez.
Otros dirigentes, como los exministros Carme Chacón y José Blanco, también han emplazado a Sánchez a una reflexión. «Es evidente que no podemos seguir así. Hay que despertar», ha dicho la exministra de Defensa a su llegada a Ferraz.
En la misma noche electoral, uno de los presidentes autonómicos socialistas alejados de Sánchez admitía a eldiario.es que lo que toca ahora es «reflexión, debate y acción». Un paso más allá fue Julio Villarrubia, a quien Óscar López descabalgó de la Secretaría General de Castilla y León: En el sector crítico sentaron como un jarro de agua fría las palabras el número dos del PSOE, César Luena, que compareció en Ferraz pasadas las 23:30 horas sin admitir preguntas de los periodistas. El secretario de Organización admitió no estar «satisfecho» con unos resultados que calificó como «negativos», pero justificó parte del batacazo: «Ha sido una campaña en unas condiciones muy difíciles para el PSOE». También la candidata vasca, Idoia Mendia, dijo que les había rodeado «ruido». Miquel Iceta ha sido el más claro al reconocer que la «división interna» les ha perjudicado.
El sector crítico, que en palabras de Emiliano García-Page, se siente «criminalizado» por Ferraz teme que la «huida hacia adelante» de Sánchez pase ahora por culpar a los barones del resultado por la crisis interna que atraviesa desde hace meses el PSOE que dirige. Por eso pretenden descargar sobre él la responsabilidad de los sucesivos batazos electorales de los socialistas.