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Guadalupe, identidad gomera

Llegó por mar; al mar se vincula su leyenda, y a ella se debe la única Bajada de la Virgen que en Canarias se hace por mar. Eso sucede cada cinco años, la última vez en 2013, pero cada primer lunes de octubre, como marca la tradición, gomeros y gomeras de todos los pueblos de la isla nos acercamos hasta Puntallana, para rendir culto a nuestra patrona.

Fieles a la cita, esta semana acudimos hasta la ermita que guarda la imagen de la Virgen de Guadalupe, que nos vino de la Península y nos conecta con América, pero que, sobre todas las cosas, es símbolo de identidad gomera. Bajo su figura se agrupa a todos los nacidos o residentes en la isla, y de su mano enlazamos el viejo y el nuevo mundo.

A veces el día a día y la obligación de atender necesidades cotidianas o resolver problemas perentorios nos hacen “aparcar”  nuestros auténticos valores, pero no debemos dejar que eso suceda pues, sin duda, son los pilares que nos sostienen y nos permiten impulsarnos para alcanzar progreso y desarrollo.

La Virgen de Guadalupe, patrona de La Gomera, y todas las celebraciones que tienen lugar en torno a su figura, son parte de la Historia y las costumbres de la isla. Es, por tanto, una aliada principal que va más allá de cualquier creencia o veneración religiosa, y que se vincula también a nuestro principal motor económico, el mismo que mueve toda Canarias y al que se debe buena parte de nuestra riqueza y posibilidades de combatir las altas tasas de paro que aún padece nuestro archipiélago.

Música de chácaras y tambores, como la que el lunes resonó por el camino de Puntallana; productos agroalimentarios únicos como nuestra miel de palma y el almogrote, o singularidades como el silbo, transmitidas generación tras generación y coronadas por fiestas como la del pasado día 3, en un entorno natural único, constituyen, con toda seguridad, el gran potencial de La Gomera.

Todos los estudios lo confirman. El turismo ha evolucionado. Las motivaciones de los viajeros a la hora de elegir un destino, en el que disfrutar de sus vacaciones al máximo, están hoy directamente relacionadas con la mayor cantidad y variedad de actividades posibles.

Se busca salir de la rutina y, por encima de todo, vivir experiencias nuevas y conocer la autenticidad de los lugares, así que, si en verdad queremos impulsarnos y alcanzar una mayor calidad de vida, nada mejor que mantener vivas las señas de nuestra identidad, que en La Gomera preside la Virgen de Guadalupe.

La patrona insular colombina se corresponde con una advocación extremeña que se propagó por el Nuevo Mundo, y que en el camino hizo su parada en La Gomera. Al parecer su llegada a la isla tiene que ver con la del primer Conde de La Gomera, Guillén Peraza de Ayala, que allá por el siglo XV mantenía buenas relaciones con el convento extremeño de Nuestra Señora de Guadalupe.

De aquella época data la construcción del santuario original en Puntallana, para el que hoy existe un proyecto de ampliación y acondicionamiento que, aunque limitado a los 150 metros cuadrados que permite la ley, permitirá ampliar las instalaciones de la histórica ermita, edificando un área de servicios, sala de reuniones y espacio de sombra para los peregrinos.

Conviene que cuanto antes se materialice este proyecto diseñado por instituciones locales y religiosas, que garantizará el confort de los devotos, del mismo modo que incrementará nuestros atractivos turísticos, permitiendo que todos, residentes y visitantes, podamos disfrutar, como se merece, la fiesta más importante de La Gomera. 

Casimiro Curbelo

Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera

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