José M. Roca.-* Uno de los propósitos más claros del discurso de los nacionalistas catalanes es desvincular la historia de Cataluña de la historia de España y aun oponerla. La festividad del 12 de octubre, calificada de franquista, colonialista e imperialista, proporciona una excelente ocasión para recalcar ese interés.
Hay quienes la consideran una exaltación “del nacionalismo español agresivo contra todos los pueblos que oprime y ha oprimido”, y proponen desmontar la estatua de Colón en Barcelona, aduciendo que la llegada de Colón a América dio paso al “genocidio de la población indígena americana por parte de los colonizadores-conquistadores”.
La retahíla tiene su miga, pero vayamos por partes. En primer lugar, vayamos con la festividad del 12 de octubre, recordando a algunos que antes de Franco hubo vida en la Tierra y también en España.
El Día de las Américas, Día de la Raza, Día de Colón, luego Día de la Hispanidad, nació en “las colonias” y como suele ser habitual en estos lares, España se sumó tarde y mal al evento.
Por influencia del Congreso Internacional de Americanistas, fundado en Francia en 1875 (los franceses son rápidos), y de la Unión Iberoamericana, fundada en Madrid en 1885, se celebró en 1892 el cuarto centenario del viaje de Colón. En los primeros años del siglo XX, empezó a celebrarse oficialmente en varias repúblicas de Centro y Sur América.
Como corresponde a un país de gente pragmática, los norteamericanos son muy conscientes de la importancia del viaje de Colón. El Columbus Day empezó a celebrarse en el estado de Colorado en 1906. Antes se había celebrado en Nueva York y otras ciudades el tercer centenario del viaje de Colón y luego el cuarto centenario. En el año 1934, por sugerencia de la asociación “Los caballeros de Colón», Franklin D. Roosevelt declaró el 12 de octubre fiesta nacional bajo la denominación de Columbus Day.
En España, empezó a celebrarse en 1917 como día de la Raza. La II República mantuvo la fiesta del 12 de octubre. Azaña, en el tomo I de sus “Memorias políticas y de guerra”, habla del 12 de octubre de 1931 como día de la Raza. Jornada que con Franco se convirtió en Fiesta de la Hispanidad y que el nuevo régimen democrático ha mantenido como Fiesta Nacional.
Italia celebra el 12 de octubre la Giornata Nazionale di Cristoforo Colombo.
Respecto al contenido de la festividad, los nacionalistas catalanes pretenden desentenderse de lo que representa, haciendo del descubrimiento, exploración y colonización de América una empresa exclusivamente española, cubierta de excesos y rapacidades, un ejemplo detestable de conquista imperial y un remoto antecedente del carácter violento del Estado que hoy impide la independencia de Cataluña. América fue, pues, un asunto exclusivo de los españoles.
Sin embargo, la nómina de catalanes que participaron en el descubrimiento, exploración, conquista y colonización de América es bastante larga. Sin ánimo de ser exhaustivos, empecemos por los sacerdotes. El fraile más conocido es el mallorquín Junípero Serra, fundador de nueve misiones en California, pero hay que añadir a (San)Antonio Claret, obispo de Santiago y defensor de los esclavos, a Felíu de Tárrega, evangelizador del Orinoco, (San) Pere Claver, misionero en Nueva Granada (Colombia),Miquel Domenech, misionero en Misuri, Francesc Fleix Solans, obispo de Puerto Rico,Benet Garret, obispo de Nicaragua, Josep Alemany, misionero en Guatemala, y bastantes más.
La lista de marinos, militares y conquistadores catalanes en América también es larga. Entre ellos están: Pere de Margarit, que acompañó como jefe militar a Colón en su segundo viaje a América, Joan de Serrallonga, su lugarteniente en el tercer viaje,Gaspar de Portolá, conquistador de California, Bartolomé Ferrer, explorador de Oregón, Pere Alberni Teixidor, que mandó la Primera Compañía de Voluntarios Catalanes en California, Antoni Francesc Jorba, que formó parte de esta compañía y luego fue uno de los primeros colonos de California, Joan Orpí, que culminó la conquista de Venezuela y fundó el territorio de Nueva Cataluña, Manuel Amat, gobernador de Chile y virrey del Perú, Manuel de Oms, virrey del Perú, y Pere Fages, gobernador militar de California, pero el caso más curioso es el de Joan de Grau, que viajó con Hernán Cortés, e igual que él, que se casó con Malinche, la mujer náhuatl que les sirvió de intérprete, Grau se casó con una hija de Moctezuma llamada Xipaguazín. Tuvieron un hijo, Joan Pere de Grau Moctezuma.
Esta información no procede del Archivo de Indias en Sevilla, ni de otros del Nuevo Mundo, sino que está en Internet, es accesible, por tanto, a cualquier persona que tenga interés en conocer los hechos de nuestra historia. Pero hay quienes prefieren los mitos; lo malo es que con ellos pretenden hacer un país…y deshacer otro.
Escritor*