Cuando pensamos en el modelo energético de Canarias, cuesta creer que a estas alturas las renovables no sean una realidad y tengamos una escasa generación de este tipo de energías en nuestro sistema eléctrico. Canarias tiene todas las condiciones naturales para ello porque tenemos sol, viento, mar… Pero la realidad es que las políticas desarrolladas hasta ahora no solo no han propiciado su desarrollo sino que lo han dinamitado. La normativa en vigor penaliza y obstruye el desarrollo de la generación con renovables.
En Canarias tenemos un sistema energético que depende en más de un 92% de las energías fósiles. Es una energía que no solo contamina sino que nos hace dependientes y que es la más cara de toda España, ya que se calcula que tiene un sobrecoste de unos 1400 millones de euros. Además, las energías fósiles tienen mayores subvenciones que las renovables, y por ejemplo, en el caso específico del gas suponen el doble que las destinadas a la eólica.
Tenemos un sistema que cuenta con seis subsistemas eléctricamente aislados -Fuerteventura y Lanzarote están interconectados- somos islas y estamos lejos del continente, pero aún así se nos dice que para la seguridad del suministro debemos interconectarnos, lo que conlleva una red inmensa de transporte a través de todas las islas.
Conociendo todo esto ¿como es posible que no se impulse el desarrollo de las renovables?
En las últimas semanas dirigentes del Gobierno de Canarias han sacado pecho indicando que se ha desbloqueado la instalación de parques eólicos, que supondrán un 20% de energía renovable instalada. Pero la realidad es que apenas un 8% de esta energía instalada se convierte en generación de energía eléctrica, y además esto no supone una disminución del consumo de energías fósiles para producir electricidad. Por lo tanto, estamos sobredimensionando nuestro sistema eléctrico, sin que la instalación de las pocas renovables que tenemos supongan una mejora real en el sistema, en nuestro medio ambiente, en nuestro bolsillo ni en el impacto de nuestro paisaje.
Por el contrario el discurso es el de la necesidad de crear grandes redes de transporte para llevar más energía a través de la red eléctrica de España y de estaciones transformadoras para volcar más electricidad en el sistema. Uno de las aspectos más cuestionados es la red que atravesará Fuerteventura, donde las torretas se convertirán en el punto más alto de la isla. Además, existe un proyecto, conocido como ‘INTERMARCAN’, impulsado por el Gobierno de Canarias en la anterior Legislatura, que pretende interconectar eléctricamente Canarias y Marruecos. ¿Tendrá esto alguna relación con esta red de transporte en Fuerteventura? ¿Es realmente necesaria toda esta infraestructura para Canarias?
Es evidente que las políticas en Canarias no trabajan para mejorar la eficiencia energética, para potenciar el autoconsumo, para disminuir las necesidades en los puntos de mayor demanda, ya que se calcula que se pierde un 10% de la energía durante su transporte. No se impulsa, por tanto, un modelo que incorpore todas las áreas necesarias para cambiar de modelo: investigación, fabricación, instalación y generación de energías limpias.
No se hace política sobre la dimensión social de lo que supone la energía, que es un derecho y una necesidad básica. No se adoptan medidas efectivas para luchar contra la pobreza energética. No se trabaja para que la energía esté en manos de las pequeñas empresas, de los consumidores o de los ayuntamientos, es decir, no se trabaja en fomentar el autoconsumo.
Los intereses en materia de energía están claros, priman los de las grandes empresas eléctricas multinacionales, que encuentran en los gobiernos a sus mejores aliados, donde casualmente terminan trabajando alguno de los altos cargos responsables de las políticas que les favorecen.
Toca defender otro modelo para Canarias. Está en manos de todas y todos, defendamos un modelo que sea respetuoso con nuestro medio ambiente, con nuestro territorio y que nos lleve a la soberanía energética. Trabajemos para mitigar los efectos del cambio climático y no dejemos la energía en manos de unos pocos, pero sobre todo combatamos la pobreza energética.
Ahora que llega el invierno ningún hogar sin luz. Vamos!
Concepción Monzón, diputada de Podemos en el Parlamento de Canarias