La tierra tiembla de nuevo en el centro de Italia. A las 19.11 de la tarde, un terremoto de magnitud 5.4 en la escalaRichter y con epicentro en la provincia de Macerata, en la región de Las Marcas, a 10 kilómetros de profundidad, se ha sentido con nitidez en localidades tan distantes como Roma, L’Aquila, Perugia y Terni e incluso, aunque de forma más débil, en Florencia y Nápoles. Los medios italianos aún no tienen no tienen noticias de víctimas, pero sí del miedo de los vecinos las zonas golpeadas, que se han echado enseguida a la calle. Hay que tener en cuenta que nuevo temblor de tierra se produce dos meses después de que, el pasado 24 de agosto, un sismo de magnitud 6 provocara la muerte de 297 personas en las localidades de Amatrice, Accumoli y Arquata del Tronto, también en el centro de Italia.
Las líneas eléctricas se han caído en algunas de las zonas golpeadas por el seísmo y se tienen noticias de algunos derrumbes en las zonas ya afectadas por el terremoto anterior. Los bomberos han recibido decenas de llamadas. Según algunos expertos consultados por los medios locales, el terremoto está “de alguna manera ligado al de Amatrice” y “es probable que se haya activado una nueva falla”.
De hecho, los mayores problemas, según los responsables de Protección Civil, se están produciendo a lo largo de la vía Salaria a la altura de Arquata del Tronto, uno de los pueblos más golpeados en agosto. El primer ministro, Matteo Renzi, que se encontraba de viaje fuera de Roma, ha regresado al palacio Chigi para dirigir las posibles labores de rescate.