Tras defender su candidatura en Italia frente a Marruecos y Japón, La Gomera junto con el resto de las islas y la Macaronesia fue elegida para celebrar en 2018 el Congreso Mundial sobre Territorios Aterrazados organizado por la ITLA (Internacional Terraces Landscape Alliance), bajo el concepto de isla-bancal .
“Realizar este Congreso en La Gomera como sede principal es un reto que proporcionará un fuerte impulso para proteger y dar valor a los paisajes de bancales gomeros”, señaló Casimiro Curbelo, para añadir después la oportunidad que supone el poder mostrar a los participantes de otros continentes una visión en profundidad del patrimonio de los paisajes aterrazados de todo el mundo y en particular de La Gomera.
El presidente insular recordó el trabajo coordinado realizado desde el Cabildo y Palerm & Tabares de Nava para presentar un proyecto sólido y atractivo en la última edición del Congreso celebrada en Italia. “Desde el principio teníamos presente la buena posición de la que partíamos para conjuntamente con el resto de la Macaronesia acoger un encuentro de este tipo en 2018”, destacó Curbelo.
Hizo hincapié en el valor de los bancales gomeros como reflejo de un modelo de vida en el que la falta de tierras de labranza hizo necesaria una transformación del paisaje para poder cultivar. “Guadá o el Valle de Hermigua son un escaparate natural de paredones que desafían la orografía del terreno pero que el abandono de los cultivos está haciendo peligrar”, indicó el dirigente insular.
Por su parte, el consejero insular de Desarrollo del Territorio, Alfredo Herrera, apuntó a la importancia que tiene Canarias en el pensamiento europeo y las acciones relacionadas con la protección y valoración de los paisajes como uno de los motivos que han hecho posible la elección. “Las condiciones estratégicas y territoriales de las islas pueden ofrecer una nueva dimensión cultural y social de estos territorios”, concluyó.
La elección de La Gomera se produjo en el III Congreso Mundial de Territorios Aterrazados celebrado en Italia. Durante ocho días, las ciudades de Venecia y Padua fueron escenario de talleres, reuniones, reflexiones y debates sobre estos territorios en los que se dieron cita expertos de 29 nacionalidades.