La mitad de los nuevos turistas que Canarias ha captado en los últimos seis años, en los que las islas no han dejado de encadenar un récord tras otro de visitantes, son «prestados» por destinos del Mediterráneo afectados por conflictos, inestabilidad política o atentados terroristas.
En un trabajo presentado este lunes, el servicio de estudios del BBVA pone cifras a la sensación que el propio sector turístico tiene desde hace tiempo en toda España, sobre todo los destinos de sol y playa, consciente de que buena parte de sus nuevos clientes han llegado a sus instalaciones por los problemas que atraviesan Egipto, Turquía y Túnez, pero también Grecia y la propia Francia.
El estudio constata que Túnez y Egipto han visto reducirse sus visitantes en más de un tercio desde 2010 debido a las tensiones políticas que sufre la zona y al impacto de los atentados en algunos de sus destinos, y que Turquía ha perdido este año el 30 por ciento de su turismo tras los atentados y el golpe de estado fallido.
Pero también resalta que Francia, el país con más visitado del mundo, ha visto caer este año un 16 por ciento la afluencia de turistas, por el impacto de los atentados terroristas de París y Niza, y que Grecia, otro destino competidor del Mediterráneo, ha sufrido retrocesos de hasta el 8 por ciento por su conflictividad social y sus polémicas con las autoridades de la Unión Europea.
El BBVA subraya que el alza que ha experimentado el turismo en España en los últimos seis años se explica por varios factores, entre ellos el aumento de los viajes en todo el mundo, o la ganancia de competitividad del país por la baja inflación y las reformas laborales, pero también se debe a los problemas de sus competidores.
De hecho, estima que entre el 30 y el 36 por ciento del incremento de pernoctaciones hoteleras que ha experimentado España en esos años es directamente imputable a las tensiones de todo tipo que sufren sus principales competidores en el Mediterráneo.
Según los analistas del BBVA, Baleares y Canarias han sido las comunidades autónomas más beneficiadas de esa dinámica, ya que se calcula que, entre sus nuevos turistas, podían considerarse «prestados» por los conflictos de sus competidores internacionales el 63 y el 56 por ciento, respectivamente.
Por provincias, la más beneficiada del turismo «prestado» por la inestabilidad en parte del Mediterráneo es Las Palmas, ya que el BBVA considera que el 68,2 por ciento de su nuevo turismo ha sido desviado desde otros destinos inestables.
Le sigue de cerca Cádiz, con un 67,8 por ciento de su crecimiento turístico imputable a esas causas; Baleares, con un 63 por ciento; Barcelona, con un 49,1 por ciento; Santa Cruz de Tenerife, con un 33 por ciento; Castellón, con un 27,90 por ciento; y Tarragona, con un 14,60 por ciento.
El BBVA reconoce que resulta «poco probable» que las tensiones que están en el origen de ese cambio de destino de los flujos turísticos se ha vayan a solucionar «en el corto plazo», pero subraya que buena parte del turismo español es «prestado» y que el sector debe tomar medidas para conseguir fidelizarlo.
Recomienda además diversificar más los países de procedencia de los turistas que llegan a España, seguir insistiendo en medidas que reduzcan la estacionalidad de algunos destinos y mejorar la competitividad, «en todos los frentes, no solo en precios».
«En un entorno en el que tres de cada cuatro turistas utilizan internet para buscar información del destino y dos tercios usan este medio para realizar reservas y efectuar pagos, es necesario que se realice una rápida adopción de las nuevas tecnologías», apunta.
El BBVA también insta a las autoridades a «favorecer un marco regulatorio óptimo que favorezca la inversión reduciendo las restricciones a la oferta, disminuyendo los costes asociados con las licencias y el tiempo para su aprobación», porque, advierte, esas restricciones «están presionando los precios al alza en algunas regiones y pueden redundar en un deterioro del atractivo del sector turístico español».