Al menos 38 personas han muerto y otras 136 han resultado heridas en un doble atentado durante la noche del sábado en Estambul, según el ministro del Interior. Un coche bomba ha estallado en las inmediaciones del estadio del club de fútbol Besiktas, en pleno centro de Estambul (Turquía), y un hombre se ha inmolado frente a un grupo de policías en el parque cercano Maçka. Según los primeros indicios, el objetivo podrían haber sido los agentes encargados de la seguridad del estadio, puesto que las autoridades han confirmado que al menos 27 de los fallecidos eran policías y dos, civiles.
«Un acto terrorista dirigido contra nuestras fuerzas de seguridad y los ciudadanos en Besiktas esta noche», dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan en un comunicado. No se ha confirmado quién está detrás de las dos explosiones, pero el ministro del Interior de Turquía, Soliman Soylu, ha anunciado que ya han sido detenidas 10 personas.
El ataque tuvo lugar a las 10.30 (dos horas menos en la España peninsular), en torno a una hora y media después de finalizado el encuentro que enfrentaba al Besiktas y al Bursaspor. En el momento de la explosión, aunque aún quedaban periodistas y deportistas dentro del estadio, la inmensa mayoría de los seguidores habían abandonado ya el lugar, según explicó el ministro de Interior, Süleyman Soylu. Menos de un minuto después del coche bomba, un hombre se inmoló en medio de un grupo de policías en el parque cercano Maçka. Se trata de una área con mucho tráfico ya que se encuentra a poco más de medio kilómetro de la plaza de Taksim, centro del ocio nocturno los fines de semana.
El ministro de Transporte Ahmet Arslan ha declarado en su cuenta de Twitter que se trata de un «atentado terrorista». Soylu, afirmó en un primer momento que el ataque se efectuó “con dos vehículos bomba”. Uno de ellos explotó cerca de la puerta “a través de la que habían salido los seguidores del Bursaspor” pero una vez estos ya se habían alejado del estadio, y el otro en la carretera que desciende desde el cercano parque de Maçka al estadio. Este último se ha confirmado más tarde que fue un atentado suicida.
El equipo de fútbol Bursaspor ha señalado a través de su cuenta de Twitter que ninguno de sus seguidores ha resultado herido. «Hemos contactado a nuestros grupos de fans. Aparentemente no hay heridos entre ellos. Deseamos a todos los afectados una pronta recuperación».
Los heridos han sido evacuados a los hospitales cercanos y en los alrededores el sonido de las ambulancias es constantes. La policía ha acordonado la zona y la prensa ha sido expulsada de las cercanías del estado. El Consejo de la Radiotelevisión Pública ha impuesto una prohibición temporal de emisión de ciertas imagenes del atentado, aunque la mayoría de los medios siguen informando sobre él.
Aunque ningún grupo ha reivindicado el ataque, varios grupos armados han perpetrado atentados similares en Turquía durante el último año. El Estado Islámico (ISIS) ha llevado a cabo tres ataques suicidas en concurridas zonas de la capital económica de Turquía. También los grupos armados kurdos Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK) han cometido importantes atentados en el centro de las grandes ciudades turcas desde la ruptura de las negociaciones de paz el año pasado.
El ataque tuvo lugar solo un día después de una macro-operación policial contra el crimen organizado y grupos armados con redadas simultáneas en todo el país en las que participaron unos 40.000 agentes