Olvidemos las discrepancias. Son demasiados los asuntos importantes que están sobre la mesa; demasiadas las necesidades de la población, y sólo desde la unidad lograremos dar respuesta a las demandas y avanzar hacia la mejora de la calidad de vida y el progreso que Canarias merece.
La reforma del Estatuto de Autonomía entró esta semana a trámite en el Congreso, con el apoyo mayoritario de los diputados y con una llamada común al diálogo, para lograr la mejor norma básica posible para las islas. Y es que en verdad se requiere un mayor autogobierno que asegure la soberanía de los canarios.
Se persigue un aumento de las competencias, pues están demostradas las ventajas de la descentralización – quien más conoce es quien mejor puede decidir sobre las acciones y el modelo más conveniente en cada territorio-, y se requiere también blindar el Régimen Económico y Fiscal (REF), que reconoce las singularidades de las islas.
También es oportuno reformar el sistema electoral – asunto en el que ya trabaja el Parlamento-, pero por encima de todo hace falta que aseguremos los derechos y el bienestar de toda nuestra gente. Tenemos que priorizar; la atención a los ciudadanos está por encima de cualquier interés político y, evidentemente, hay que luchar por la igualdad y el equilibrio de Canarias, que es precisamente lo que persigue el Fondo Canario de Desarrollo (FDCAN) acordado por la mayoría de los ayuntamientos y cabildos.
El acuerdo, que suma las voluntades de CC y PP, y que se ha salvado con los votos de los tres diputados de Agrupación Socialista Gomera (ASG), es la suma de las voluntades de 84 de los 88 ayuntamientos y 6 de los 7 cabildos, e incluye actuaciones para incentivar la economía y crear puestos de trabajo.
ASG tiene por bandera la voz de La Gomera, pero también la de El Hierro, La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria, por eso hemos mantenido una posición firme: tiene que prevalecer la equidad, y lo cierto es que el FDCAN es la herramienta más potente que hemos tenido en la etapa democrática para avanzar en el desarrollo equilibrado.
Las batallas políticas sólo tienen razón de ser cuando persiguen ese fin de Justicia, que se materializa a través de iniciativas como las apuntadas en torno al Estatuto, el REF y el FDCAN, pero también en temas más puntuales como la subvención del 50 por ciento en el precio de los billetes aéreos para viajar a la Península, que de nuevo estos días ha vuelto a ponerse en entredicho.
Fomento ha anunciado que a partir de 2017 fijará un precio máximo regulado para cada ruta y que, a partir de ahí, subvencionará sólo la mitad del coste. La medida, que en principio sólo se aplicará en función de los contratos cerrados con las agencias de viaje y las empresas, implica que aquellos pasajeros que compren sus billetes por encima de la tarifa estipulada sufrirán un recorte de la ayuda.
Ya se ha advertido que la bonificación de la que hasta ahora hemos venido disfrutando puede reducirse en un 30 por ciento. Resulta evidente, por tanto, que debemos sumar fuerzas para evitar lo que sería un grave retroceso, cuyas consecuencias aún están por cuantificar.
Son muchos los asuntos y muchas las circunstancias sociales de nuestro archipiélago que obligan a la unidad política. Sólo con unión tendremos la fuerza suficiente para hacer valer lo que corresponde a todos los isleños – con independencia de su lugar de residencia – aquí en Canarias, ante el Gobierno central, en la Unión Europea y en cualquier foro de debate donde haga falta.
Casimiro Curbelo Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera