Tras vivir dos grandes e inesperadas noticias en el Reino Unido y Estados Unidos que han impactado de forma indirecta en la moneda común europea, 2017 viene cargado de potenciales focos de incertidumbre que invitan a pensar que el euro no será la moneda refugio y sí lo será el dólar.
La primera noticia que generó gran volatilidad en el forex o mercado de divisas fue el referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea durante el mes de junio que terminó con el brexit o la victoria del sí, que supuso un golpe contra la credibilidad de la Unión, pero hizo más daño a la libra que al euro.
La hoy presidenta del gobierno inglés TheresaMay debería mantener la decisión del brexit. Así, el artículo 50 del Tratado de Lisboa debería activarse en el primer trimestre de 2017, iniciando con ello el proceso de separación. El Gobierno puede necesitar la aprobación del Parlamento, lo que debería suavizar el proceso y reducir la probabilidad de un brexit duro. Ante la falta de apoyo parlamentario de May no cabe descartar elecciones anticipadas.
La segunda de las noticias que golpeó el forex fueron las elecciones parlamentarias en Estados Unidos de noviembre que ganó el republicano Donald Trump frente a la favorita demócrata Hillary Clinton. Tras el shock de la inesperada victoria que se tradujo en fuerte volatilidad, la política monetaria de la Reserva Federal se impuso y el dólar terminó subiendo.
A corto plazo, las expectativas generadas por el anuncio de políticas de gasto y rebajas de impuestos de Trump pueden mantener al dólar. A medio plazo, el aumento en las rentabilidades de los bonos representa unaumento claro en el coste del capital, justo en un momento de claro retroceso en los retornos del capital, lo que afectará negativamente a la inversión y al PIB y, por tanto, no favorecerá al billete verde.
Pero volviendo a Europa, el voto del «NO» en Italia a las reformas de MatteoRenzisupone una congelación de facto de las reformas que ni el país transalpino ni Europa pueden permitirse. Italia podría estar abocada a unas elecciones anticipadas en las que la permanencia en el euro sea el tema estrella.
Además, en Holanda, fuerzas extremistas están ganando terreno; en Alemania, las encuestas apuntan a una victoria menos clara para Merkel y sus aliados políticos mientras que en Francia, el frente nacional de Le Pen se proyecta para obtener un resultado importante, tanto las elecciones presidenciales de abril (aunque debe perder en la segunda ronda), como en las parlamentarias de junio.
Con todo esto en la agenda política, algunos economistas estiman que a lo largo de 2017 alcanzaremos la paridad euro-dólar o, lo que es lo mismo, que nos den un dólar por cada euro, algo que ahora no se ve tan cercano, pues hoy, un dólar nos cuesta 1,04 euros, lo que ya lo sitúa en niveles de finales del año 2002.
Otros economistas, sin embargo, van más allá. Barclays estima 0,99 dólares por euro a finales de 2017 y Morgan Stanley lo hace en los 0,97 dólares, mientras que Deutsche Bank, Ebury, Standard Chartered y ABN Amro ven a la moneda europea en los 0,95 dólares.