El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, considera que un pacto político en cascada «es un disparate» porque la política local tiene una concepción «que a veces ni siquiera controlan los propios partidos» y destaca la importancia de su partido, Agrupación Socialista Gomera, para la estabilidad de un gobierno de CC en minoría.
Curbelo considera que tras un año «de idas y venidas» entre los socios del pacto regional, CC y PSOE, Canarias ya no podía soportar esta inestabilidad permanente aunque afirma que lamenta la ruptura porque «lo deseable para Canarias era un pacto donde hubiera un equilibrio entre las políticas sociales del PSOE vinculadas a las personas y unas políticas un poco más de centro que eran las de CC».
El presidente insular cree que en la política en Canarias «falta de todo» desde madurez hasta visión como región y como Islas con diferentes problemas.
«En La Gomera, con 21.000 habitantes, damos gracias a que nos visitan unos 600.000 turistas al año, porque un negocio cualquiera no tiene el mismo potencial de demanda aquí que en una isla con 800.000 habitantes», señala.
«Lo que estamos pidiendo en las islas no capitalinas es lo que estamos pidiendo para Canarias respecto de Madrid y se reconoce y se otorga, así que, ¿por qué no hacerlo en Canarias?», se pregunta.
Curbelo resalta el trabajo realizado por su fuerza política y le atribuye que salvara el Fondo de Desarrollo de Canarias en el Parlamento de Canarias cuando el PSOE cambió de posición respecto al mismo.
A su juicio esto representa que desde una isla pequeña como La Gomera se tiene una visión en la construcción de Canarias.
«Los frutos de la andadura que inició AGS todavía no se han visto al cien por cien, pero puedo decir que el año 2017 para La Gomera va a ser especialmente bueno, para la inversión pública y para atender el desempleo y a las familias con más dificultades», añade.
Curbelo afirma que es consciente de que los tres diputados de ASG pueden ser clave para dar estabilidad a un gobierno de CC, (18 diputados) en minoría con apoyos del PP, (12 diputados).
Reconoce que tiene detractores y «malo sería que no los hubiera» ya que afirma que las instituciones requieren de pactos para el entendimiento y la gobernabilidad.
Sobre el archivo del caso Telaraña, Curbelo asegura desconocer en qué punto está el proceso y si ha sido presentado o no algún recurso: «en su momento se produce una resolución y, partir de ahí, yo le he perdido la pista».
«A todas las cosas hay que prestarle atención pero yo nunca he tenido una especial preocupación por este asunto; se resolverá en los términos que se tenga que resolver y finalmente habrá una respuesta definitiva», apunta.
El político gomero, que abandonó en 2015 el PSOE al rechazar este partido su candidatura al Cabildo por su vinculación, entre otros hechos, a este caso, opina que lo malo no es que un partido político tome la decisión «de separar a aquel que estaba siendo investigado o imputado, que a lo mejor eso no es lo mejor; lo peor es que se establezcan líneas rojas y se las apliquen a unos sí y a otros no», comenta.
En este sentido, Curbelo cree que «finalmente los partidos políticos van a tener que llegar a alguna conclusión» pues «las denuncias se pueden formular con mala fe y todos podemos ser objeto de denuncia pero habrá que llegar un momento cuando se diga cuál es la línea roja».
El dirigente gomero siente que hay que clarificar este asunto ya que «hay mucha hipocresía en el seno de los partidos políticos» e inclusive habría que hacerlo no para dejarlo en manos de los partidos sino como una norma que regulara esta situación.
«Del mismo modo que están planteando normas para que desaparezcan los aforamientos, también se puede hacer una norma que diga hasta cuándo puede seguir un cargo público cuando supere tal línea roja, que todavía no está definida en los partidos», señala.
Y, en su opinión, esa línea roja tiene que ser aquella cuando un cargo público está sometido a un procedimiento y no cuando esté imputado, «porque imputados hay un montón y además se suele utilizar ésta imputación para quien toma la decisión política de desprenderse de quienes le pueden hacer la competencia».
Así, según Curbelo, un señalamiento de juicio oral podría ser una de las líneas rojas, «pero es una, no tiene porqué ser ésta, sino lo que tiene que haber es consenso para todos y que se convierta en norma de obligatorio cumplimiento».
Por otro lado, el mandatario insular afirma que las acciones políticas que le producen mayor felicidad son las sociales.
«Somos capaces de atender al niño en la escuela para aliviar la situación económica de los padres en un momento de dificultad o ayudar con el transporte a los jóvenes que tienen que ir por todos los municipios de la isla dada la configuración geográfica de la ubicación de los centros», explica.
«Y que me digan a mí que lo que hacemos nosotros, que llevamos mucho tiempo cooperando, es clientelismo, pues llámelo usted como quiera, pero yo no busco clientelismo, busco dar respuesta», agrega Curbelo.
«¿Que cabría hacer otras cosas?, indudablemente; si alguien llega y piensa quitar eso y gastarlo en otra cosa es legítimo, pero la gente ya no lo percibe como clientelismo, lo percibe como un derecho», señala.
Sobre los retos de futuro, el presidente insular afirma que en Canarias hace falta todavía que se cumplan muchos objetivos y uno de ellos es que se llegue a un acuerdo para que la representación política de las islas sea equilibrada.
«No podemos dejar a las Islas sin voz» porque «Canarias es una región única y debe crecer en una única dirección y a una misma velocidad y aquí todavía queda un trabajo por hacer para que todos los ciudadanos, sea cual sea la isla en la que vivan, tengan una respuesta institucional adecuada a sus problemas y con una visión regional», agrega.
Señala que con 14 millones de turistas al año, en Canarias no debería haber problemas de paro ni bolsas de pobreza ni desarraigo social y aboga por un modelo productivo que sea capaz de atender las necesidades sociales y apostar por una inversión que genere empleo y fortalezca la economía.