Comenzaba el presente año con nuestro señalamiento de querer optar a una atención equivalente al resto Canarias, como disponer de un piso supervisado en nuestra isla, que no obligue a cambiar nuestras vidas ni la de nuestras familias ni perder nuestras redes sociales, o atención especializada continuada de urgencia que no dependa del día del mes para recibir una atención u otra. Algo que se nos antojaba posible dado que nos vienen informando que estamos ante el fin de la crisis económica que había justificado los continuos recortes (algo que podemos visualizar diariamente con el aluvión de turistas que visitan nuestras islas, la nuestra en particular).
Sin embargo, el nuevo equipo directivo del Área de Salud, desde marzo, en un contexto de bonanza económica, redujo la ya de por sí mermada atención de urgencia especializada a la mitad del mes. Una lotería negativa y demasiado probable de no ser atendido por un especialista en caso de una crisis o un brote ‘en horas no lectivas’, que es cuando suele ocurrir. Creo que quien toma esa decisión solo pueden ser fríos gestores que desconocen profundamente las necesidades, vulnerabilidad y problemática de las personas con enfermedad mental y sus allegados.
Parece que no se dieron por contentos o que aceptamos fácilmente este tipo de decisiones arbitrarias (o las dos cosas), así que nos informan que a partir del mes que viene, tampoco recibiremos la atención especializada de urgencia en fines de semana. Un nuevo recorte, un nuevo golpe, que desborda lo imaginable y demuestra lo alejados que están de la realidad de lo que debe ser una correcta gestión hospitalaria de esta isla y que además choca frontalmente con lo que ha sido la promesa del que fue Consejero de Sanidad durante este año, que nos aseguró que iba a acabar con los nichos de inequidad, como lo es ser los únicos ciudadanos canarios, españoles y europeos, que no tenemos esa atención asegurada. Lejos de cumplir su palabra, sus representantes en la isla agudizan insosteniblemente el problema. Algo que dio lugar a una pregunta en el Parlamento Canario, realizada por la Agrupación Socialista de La Gomera, y cuya respuesta demuestra que el Equipo de Gestión parece no tener claro lo que se trae entre manos, pues los datos que facilitó al Parlamento son falsos (si había intencionalidad) o erróneos (si, simplemente, lo que hay incapacidad de abordar la realidad de este servicio a través de datos reales y contrastados sobre nuestra demanda y uso de los mismos).
Por tanto, un suspenso patatero por la incapacidad del equipo de gestión para comprender y abordar la realidad y la problemática de las familias y usuarios de esta isla e inoperancia de ofrecer soluciones, que no ha sabido ponernos ni siquiera a la altura de los servicios prestados por el Hospital en la isla de El Hierro. ¿Cómo es posible que nuestra isla hermana, con un equipo gestor nombrado por el mismo Consejero, con cuatro veces menos población que nuestra isla, ofrezca y refuerce el doble de atención continuada hospitalaria que el que nos ofrecen aquí?. Creo que la respuesta es obvia, una mala gestión, una falta de interés por la problemática y la especificidad de los usuarios de la salud mental y de los familiares y allegados que nos acompañan en este proceso.
Adiós 2016. Pero no olvidamos.