El número dos de Podemos, Íñigo Errejón ha reaparecido para asegurar en televisión que desde su punto de vista nadie es imprescindible en su partido, ni siquiera el secretario general, Pablo Iglesias. «La maduración de Podemos como fuerza política está que nadie sea imprescindible, y cuando dio nadie digo nadie», ha dicho en declaraciones a La Sexta.
Se distancia pues de compañeros suyos de partido, destacados líderes como Carolina Bescansa o Juan Carlos Monedero, que han dicho en días recientes que la única persona imprescindible en Podemos es su líder, Iglesias.
Errejón, que ha defendido posturas moderadas, de alcance social amplio, en Podemos, sufrió una campaña de desgaste en Navidades. El entorno de Iglesias lanzó mensajes en redes con el lema «Íñigo, así no» para criticar su propuesta de votación alternativa en el próximo congreso del partido.
Una campaña para «señalar a un compañero», según la ha definido Errejón este miércoles, que le produjo «pena» y enmarca en una cultura del «enemigo interno» que rechaza para el partido. La propuesta de Errejón perdió en la votación de la militancia por la mínima.
Fue «un sinsentido», se ha quejado, y cree que quienes participaron en ella —desde el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, a la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero— no volverían a hacerlo, aunque ambos, por ejemplo, la han justificado sin retractarse.
Errejón ha vuelto con la voluntad intacta de defender su proyecto aunque tenga consecuencias personales. No descarta que la batalla le cueste el puesto.
«Si cae Pablo Iglesias, cae Podemos», había escrito en las redes sociales el cofundador del partido Juan Carlos Monedero, y otros como Carolina Bescansa, secretaria general del grupo parlamentario, quien aseguró este martes que en Podemos todos son «sustituibles» pero Pablo Iglesias juega «un papel imprescindible».
El número dos rechaza esta tesis. En el nacimiento de Podemos está el «tirón» de Iglesias, por encima del proyecto, cree, pero eso ha de cambiar. «La maduración de Podemos como fuerza política está que nadie sea imprescindible, y cuando dio nadie digo nadie», ha remarcado cuestionado por las palabras de Monedero y Bescansa.
Errejón defiende que a Iglesias «no le hace bien que se esté discutiendo sobre eso, porque no está en cuestión». «El papel de Pablo no está en discusión», subraya. Él no le disputará el liderazgo en este Vistalegre.
El número dos es consciente de que su pugna con el líder puede tener consecuencias para sus responsabilidades internas. El entorno del secretario general cuestiona que pueda seguir asumiendo el cargo de secretario político, una función esencial y estratégica, una vez se ha erigido como representante de una corriente crítica con el líder. «Yo siempre he dicho que en Podemos todos estamos de paso. Puedo esperar que haya compañeros que quieran hacer cambios», admite Errejón, que «asume» que puede «cambiar responsabilidades o perder posiciones» por su discrepancia. Esa es, sin embargo, su «forma honesta de militar».
«Cuando uno asume defender una posición lo hace con todas las consecuencias», ha expresado Errejón, que no da muestras de amilanarse y pretende mantener la defensa de unas posiciones políticas diferentes a las del secretario general. La última consulta a las bases sobre el sistema de votación del congreso reveló que su apoyo está bastante igualado entre las bases (Iglesias ganó el referéndum con un 41% de los votos frente al 39% de Errejón). En Vistalegre 2, «veremos en qué posición queda cada uno», desliza el número dos.