Cerca de 230.000 parados, el 54,4 por ciento de ellos sin ningún tipo de prestación; más de 100.000 pacientes en listas sanitarias de espera, y un 46,6 por ciento de dependientes sin la ayuda que les corresponde. No hay lugar para los personalismos.
Canarias necesita con urgencia reforzar los servicios públicos esenciales. Las administraciones públicas deben ser capaces de atender y paliar las enormes bolsas de pobreza que padece la región – el 28 por ciento de la población, según un informe de la empresa de recursos humanos Adecco -, y tenemos, además, que apostar por un cambio que lleve a mejorar la formación, alcanzar el empleo de calidad y reforzar el modelo económico.
Si en lugar de acometer todas estas urgentes tareas, nos centramos en las diferencias entre partidos y en crear más inestabilidad y más ruido, jamás recuperaremos la credibilidad perdida y la confianza ciudadana o, lo que es verdaderamente importante, jamás lograremos que Canarias avance.
El archipiélago reúne grandes potencialidades – valores naturales, situación geográfica estratégica, clima privilegiado, costumbres y tradiciones singulares o personalidad abierta y generosa, entre otras -, pero tiene también múltiples carencias, obstáculos que es imprescindible remover para alcanzar el progreso y la calidad de vida que los isleños, todos, con independencia del lugar de origen y residencia, se merecen.
Agrupación Socialista Gomera (ASG) ha apostado por la unidad en el Parlamento, en el Cabildo de La Gomera y en todas las instituciones y foros en las que tiene representación. Frente a la resta o separación, defendemos la suma, pues más que en los partidos políticos creemos en las personas y en el compromiso firme con el interés general; apostamos por proyectos y programas vinculados a la gente.
No tiene sentido que nos hayamos peleado por las competencias de recursos públicos, cuando lo verdaderamente importante es conseguir que los ingresos se materialicen y se utilicen de manera correcta y, por tanto, que se cree empleo, que se completen las infraestructuras sanitarias, que aumente la atención especializada y, en general, que se reactive la economía.
No tiene sentido tampoco que hagamos un problema de la titularidad de la Presidencia del Gobierno, si no sumamos apoyos parlamentarios. No es eso lo que a los ciudadanos le preocupa, y sí que se les ofrezcan alternativas para tener ingresos suficientes con los que cubrir los gastos cotidianos y llegar a fin de mes.
Los análisis públicos y privados dejan bien a las claras la enorme desigualdad que padece el archipiélago, donde 1 de cada 3 canarios dispone de menos de 600 euros mensuales. En ASG constatamos, además, que apenas ha descendido el número de personas que cada día acuden a ayuntamientos y cabildos en busca de ayuda.
¿Cómo no vamos a unirnos para reclamar un nuevo modelo de financiación autonómica que garantice los servicios públicos? ¿Cómo no vamos a ser capaces de sacar adelante las leyes que reduzcan las trabas burocráticas y favorezcan la actividad? No sería comprensible. Debe imponerse la sensatez y la cordura.
Pese a lamentar la ruptura del Gobierno canario – siempre defendimos que la unión CC-PSOE era lo mejor para Canarias no sólo por aritmética, sino también por la especial sensibilidad hacia los problemas sociales que se requiere – , ASG no ha dudado en respaldar al nuevo Ejecutivo y desear mucho éxito a los nuevos consejeros que tomaron posesión esta semana.
Más allá de las legítimas aspiraciones de cada partido o representante político, estamos obligados a avanzar; obligados a cooperar y alcanzar el consenso en todos los asuntos que repercutan en el progreso y el bienestar de las islas.
Casimiro Curbelo
Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera