“En FITUR se inaugura el Año Internacional del Turismo sostenible para el Desarrollo, una declaración que hace la ONU, tratando de sensibilizar a los responsables de tomar decisiones en materia turística sobre la contribución del turismo sostenible al desarrollo local”, señala formación de izquierdas, “para ello es preciso apoyar a las comunidades, para que sus miembros aúnen acciones que hagan del turismo un factor que contribuya a un crecimiento económico sostenible, favoreciendo el empleo y la inclusión social, y promoviendo el uso eficiente de los recursos, la protección ambiental, los valores culturales y el patrimonio local”.
Sí se puede señala que, para implementar un modelo de turismo sostenible y responsable en La Gomera, el sector debería ponerse en manos de decenas de pequeños emprendedores y empresas, promoviendo numerosos destinos locales en toda la isla y desarrollando iniciativas a pequeña escala encaminadas a generar riqueza en sus entornos directos. Sería preciso poner el foco en estos emprendedores y pequeñas empresas locales de una manera planificada y rigurosa.
Para Sí se puede no es lógico hablar de sostenibilidad si se promueve la presencia de grandes empresas u operadores turísticos que se llevan el grueso de los beneficios, y que al final aumentan la desigualdad, el subempleo de los habitantes de la isla y acaban deteriorando los recursos naturales y culturales de la isla. “No se puede apostar simultáneamente por modelos turísticos como el de los cruceros y el de las excursiones de un día y por la sostenibilidad” insisten desde la formación.
Sí se puede muestra su preocupación por el posible crecimiento del turismo de cruceros en los próximos años en el frágil territorio de la isla: “creemos que ha sido un error apostar por este turismo: debió hacerse un cálculo del impacto económico, evaluando objetivamente si era beneficioso económicamente o no para la comunidad, para la isla, estudiando las infraestructuras disponibles, los agentes económicos que intervendrían y haciendo un análisis de sostenibilidad socioeconómica y ambiental. Este turismo implica masificación, mueve grandes grupos que pasan muy poco tiempo en los lugares que visitan y negocian precios a la baja, disminuyendo la calidad de los servicios. Se aprovecha de todo lo público que tiene el destino –sus calles, sus plazas, sus atractivos naturales, sus equipamientos e incluso la hospitalidad de sus habitantes–para generar básicamente plusvalías para las navieras”.
Desde Sí se puede se hace un llamamiento a los turistas que eligen este año La Gomera o cualquier otro destino: “les proponemos avivar su sentido crítico como consumidores: como viajeros hemos de ser responsables con nuestras decisiones eligiendo proyectos que distribuyan los beneficios generados por la actividad turística, minimizando los impactos medioambientales y socioculturales y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las comunidades entre las que vamos a convivir”, se señala por parte de la formación.