Hace un año y nueve meses, el PSOE de Susana Díaz ganó las elecciones autonómicas con el 35,4% de los votos, a casi nueve puntos del PP (26,7%), que pasó de ser el partido más votado en Andalucía a obtener sus peores resultados en 25 años. La andaluza adelantó los comicios a marzo de 2015 terminando de un golpe seco con la incertidumbre que acechaba tras la puerta: la irrupción de los partidos emergentes y el vaticinio del fin del bipartidismo. La jugada le salió redonda, porque no sólo aplastó al PP, sino que dejó muy atrás a un Podemos que por entonces ni siquiera tenía líder autonómico (Teresa Rodríguez fue candidata a las andaluzas antes que secretaria general).
Según publica el digital Público, desde entonces, y ante el colapso posterior del PSOE en las generales y en otros territorios, la fortaleza de Susana Díaz como virtual aspirante a liderar a los socialistas se ha sustentado en estas dos premisas: ella gana elecciones, sabe derrotar a la derecha y al partido morado que le disputa la hegemonía de la izquierda. Esta carta de presentación que la sevillana prevé usar en su candidatura a las primarias para liderar el PSOE, que anunciará en marzo, se ha visto alterada este miércoles tras la publicación del sondeo de intención de voto más reconocido en la política andaluza.
Si hoy se celebrasen elecciones al Parlamento de Andalucía, los socialistas volverían a ser los más votados, pero la ventaja indiscutible que Susana Díaz obtuvo respecto a sus rivales en los comicios de 2015 se ha evaporado. Con una participación estimada del 62,8%, el PSOE recibiría el 28,6% de los sufragios válidos, siete puntos menos que lo obtenido en las pasadas elecciones, quedándose a solo 2,4 puntos del PP (26,2%). Los populares de Juan Manuel Moreno apenas varían su resultado, siguen hundidos en su suelo electoral de hace dos años, pero el desplome del PSOE introduce un escenario que entonces no existía: el PP podría sumar con Ciudadanos un gobierno de coalición, o al menos, sus números le permitirían buscar una alianza con otras fuerzas para destronar a los socialistas por primera vez en la historia autonómica.
La encuesta, que debió publicarse el pasado verano pero se frenó con la excusa de que entonces no había Gobierno conformado, ha supuesto un jarro de agua fría para los socialistas, toda vez que se trata de un sondeo muy discutido por la oposición porque está subvencionado por el propio Ejecutivo andaluz. El pronóstico prácticamente arroja un empate técnico PSOE-PP, un resultado que a priori no tendría que preocupara a Díaz, porque aún faltan dos años para las próximas autonómicas. Pero su preocupación es otra: un pronóstico tan negativo emborrona el plan de la presidenta andaluza de aspirar a la secretaría general del PSOE dentro de unos meses.
La oposición no tardará en acusarla de querer salir precipitadamente de Andalucía, ahora que los sondeos le son tan desfavorables. Si Díaz da finalmente el salto a Madrid, inevitablemente tendrá que preparar su relevo al frente de la Junta de Andalucía, y desde hoy sabe que tendrá que hacerlo con tiempo suficiente como para que su sustituto logre enderezar este pronóstico. El trabajo de campo se realizó entre el 3 de noviembre y el 12 de diciembre de 2016, poco después del convulso comité federal del PSOE en el que una parte del partido, pilotada por la sevillana, forzó la dimisión de su líder, Pedro Sánchez.
Podemos y Ciudadanos suben más de dos puntos
La encuesta también presupone que el bipartidismo no retornará, puesto que el resto de formaciones vería crecer levemente sus apoyos. Podemos es el principal beneficiario de la pérdida de apoyos del PSOE, pasando del 14,8% del sufragio logrado en 2015 al 17%. El grupo de Teresa Rodríguez crece, con apenas dos años de vida casi disputa al PP el liderazgo de la oposición, pero aún está lejos del sorpasso que necesita Pablo Iglesias en Andalucía para terminar de desbancar a los socialistas. Por otro lado, Ciudadanos, aliado del Gobierno de Susana Díaz, también absorbe parte de los votos que deja atrás el PSOE, pasando del 9,28 al 12% de apoyos. IU resiste como fuerza parlamentaria, pero seguiría anclada en el último puesto con un 5,7% de los apoyos (ahora tiene el 5%).
Éste es el pronóstico electoral que acaba de arrojar el Estudio General de Opinión Pública (Egopa), que realiza el Centro de Análisis y Documentación Política de la Universidad de Granada, y que cada seis meses publica uno de los sondeos sobre intención de voto con más eco en la política andaluza. Lo que da a entender el vaticinio, a partir de 3.200 entrevistas telefónicas distribuidas en las ocho provincias, es que el bipartidismo sigue en caída, como en el resto de España, aunque el PSOE es más robusto en Andalucía que en Madrid, y el PP se arriesga a dejar de ser alternancia real de gobierno, porque no logra levantarse de su suelo electoral, y sus apoyos ahora son los mismos que en los noventa tenían los comunistas (en torno al 20%).
Este vaticinio también podría estallarle en la cara al líder popular, Juan Manuel Moreno, en el congreso regional que prevé renovar la dirección del partido a mediados de marzo (aunque por ahora nadie le discute la secretaría general). La otra conclusión es que el equilibrio habitual de fuerzas en la arena política andaluza ha quedado definitivamente trastocado con la consolidación de las dos fuerzas emergentes, Podemos y C’s. Ambos crecen limando apoyos a PSOE y al PP, aunque el partido morado capta menos simpatía, apoyos e identificación con el electorado que en la última encuesta.
En el último Egopa, hecho público a finales de febrero de 2016, el PSOE-A se situó como primera fuerza en las autonómicas con el 32,1% de los votos y 6,8 puntos sobre el PP-A, que obtuvo un respaldo del 25,3%. Podemos figuraba en tercer lugar con un apoyo del 17,2%, seguido por Ciudadanos, con el 13%, e IU, con el 8%.
Adelanto de las generales
El sondeo también arroja una proyección en caso de que hoy se repitieran las elecciones generales, un supuesto factible a partir de mayo si Mariano Rajoy no logra sacar adelante los Presupuestos Generales. Este escenario es igualmente oscuro para Díaz, porque ya perdió los comicios el pasado junio frente al PP por dos puntos (31% frente al 33,5% de los populares), y el sondeo refleja una distancia mayor: Rajoy volvería a ganar en Andalucía con el 22,9% de apoyos frente al 18,1% del PSOE, que ahora ni tiene secretario general ni virtual candidato.
Para Ciudadanos, el resultado sería el mismo que el pasado junio (en torno al 13% de apoyos), y mientras que la coalición Podemos-IU perdería fuelle (del 18,5% logrado en las generales al 15,5% que sumarían ahora). El trabajo de campo se realizó entre el 3 de noviembre y el 12 de diciembre de 2016, poco después del convulso comité federal del PSOE en el que una parte del partido, pilotada por la sevillana, forzó la dimisión de su líder, Pedro Sanchez.
Valoración de líderes
Susana Díaz continúa siendo la líder política andaluza más conocida, contando con el 91,5% de conocimiento popular. Le sigue Teresa Rodríguez con el 59,5%, José Manuel Moreno (56,8%) y Antonio Maíllo con el 55%. A gran distancia se sitúa Juan Marín con el 37% de conocimiento.
Los andaluces suspenden a los líderes políticos de los principales partidos andaluces. Los dos líderes políticos andaluces mejor valorados son Juan Marín (4,68) y Antonio Maíllo (4,67), seguidos por Susana Díaz (4,52), Teresa Rodríguez (4,51) y Juan Manuel Moreno Bonilla (4,38).
Elecciones generales
El 76,4% y el 72,6% de los andaluces se muestran poco o nada satisfechos con los resultados de las elecciones de junio de 2016 en el ámbito nacional y autonómico, respectivamente. Pero si hubieran conocido estos resultados con anterioridad, solamente el 8,6% de los votantes en Andalucía hubieran votado por un partido distinto al que lo hicieron y el 15,8% de los abstencionistas hubieran acudido a votar.
Investidura de Rajoy
Las preferencias sobre la formación del Gobierno en España se encuentran divididas en este estudio. Tras conocer los resultados de las elecciones de junio de 2016, el 23,1% de los andaluces hubiese preferido un gobierno de coalición entre PP, PSOE y C’s, mientras que el 20,7% hubiese optado por un gobierno de coalición de izquierdas y el 13,3% un gobierno en minoría del PP.
En todo caso, casi la mitad de los andaluces (49,7%) valora positiva o muy positivamente la investidura de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno. En cuanto a la actuación de los principales partidos políticos en el proceso de investidura, el 53,3% de los andaluces valora positivamente la actuación de C ́s, mientras que suspende al resto de grupos políticos, con un porcentaje de respuestas negativas para el PP, PSOE y UP del 44,3%, del 63% y del 68,7% respectivamente.
Simpatía de partidos
El PSOE vuelve a ser el partido que más simpatía inspira entre los andaluces con un porcentaje del 24,1%, seguido por el PP (19,8%) y Ciudadanos (17,5%). Por último, el 10,2% y el 8,4% de los andaluces mencionan a Podemos y a IU como las fuerzas políticas con las que más simpatizan respectivamente.