Yaiza Castilla

La Comisión de Educación del Senado rechazó este martes con los votos del PP tres mociones que pedían la sustitución de la Lomce por una nueva ley educativa, que sí respaldaron los grupos de la oposición

Las presentaron la Agrupación Socialista de la Gomera, Compromís y Agrupación Herreña Independiente (todos en el Grupo Mixto). La primera iniciativa pedía sustituir la Lomce por una nueva norma previamente consensuada, mientras que las dos últimas exigían derogarla primero y después aprobar otra que la sustituyese.

La primera moción fue rechazada por 15 votos en contra y 12 a favor. Las otras dos obtuvieron el rechazo de los 15 senadores del PP, 11 votos a favor y una abstención.

En su intervención, la senadora la Agrupación Socialista de la Gomera Yaiza Castilla criticó la recuperación de la Religión como asignatura evaluable en la Lomce, que tendrá el mismo peso que la Lengua o las Matemáticas para acceder a la universidad y también de cara a la concesión de becas.

También se refirió a la segregación de alumnos en dos itinerarios a partir de 4º de ESO; la degradación de la Formación Profesional con la nueva FP Básica; el acelerado calendario de implantación de la ley; la limitación de competencias de los consejos escolares; la supresión del funcionamiento democrático de los centros al reforzar la figura del director, y la pérdida de las asociaciones de padres como referencia.

“Es preciso que elaboremos una ley que dure en el tiempo y que nazca del consenso», que “no debe limitarse solo a las fuerzas políticas representadas en las Cortes Generales, sino que también precisa de la participación de las comunidades autónomas y de la comunidad educativa (profesores, pedagogos, padres…)”, afirmó Castilla.

Por su parte, el senador de Compromís Jordi Navarrete indicó que la Lomce «la sacó adelante el PP con su habitual rodillo parlamentario” y aseguró que “estamos aquí para derogar una norma profundamente segregadora. “No es una mejora de la educación lo que pretendía el PP con ella y no es reducir el fracaso escolar lo que la motiva, sino la obsesión política por recentralizar el sistema educativo español”.

A su juicio, se trata de una norma “profundamente ideológica que con obstáculos continuos como las reválidas y la implantación de los distintos itinerarios a partir de 4º de ESO busca expulsar a los hijos de los trabajadores de la escuela y convertirlos en mano de obra barata y en carne de cañón para el mercado de trabajo”.

Por su parte, el senador de Agrupación Herreña Pablo Rodríguez defendió también la derogación total de la ley y exigió aumentar la inversión educativa en relación con el PIB de España.

SUSTITUIR O DEROGAR
La moción presentada por los socialistas de La Gomera incluyó una autoenmienda del mismo grupo para cambiar la exigencia de derogación por la de sustitución, a fin de adecuar el texto a la aprobación del decreto-ley que suspendía el calendario de aplicación de la Lomce, esto es, las reválidas, hasta alcanzar un pacto de Estado por la educación. “Apliquemos razonablemente la ley mientras se logra ese pacto, pero hagámoslo de forma consciente”, indicó Castilla.

En esta línea, el portavoz del Grupo Socialista en la comisión de Educación, Francisco Menacho, aseguró que todas estas iniciativas quedaron “desfasadas” tras la aprobación del citado decreto, aunque finalmente respaldó las tres mociones. La paralización de las reválidas ya se haconseguido y “si eliminamos una nueva ley sin otra a cambio, ¿qué vamos a aplicar?”, preguntó.

En cambio, las portavoces de PNV y Esquerra republicana, María Eugenia Iparragirre y Mirella Cortés, respectivamente, insistieron en que no basta con pedir la sustitución, pues en la elaboración de una nueva norma se puede tardar hasta 30 años “y mientras tanto seguir igual”.

La misma idea defendió la senadora de Unidos Podemos Pilar Lima, que abogó por acabar con la Lomce “por asedio”, ya sea mediante iniciativas en el Congreso, el Senado y los Parlamentos autonómicos, ya a través de protestas en las calles.

Finalmente, el portavoz de Educación del PP, Juan Soler, criticó que se vuelva a insistir en la derogación de la Lomce cuando se ha puesto en marcha una subcomisión parlamentaria encaminada a buscar un acuerdo.

Asimismo, defendió la necesidad de la reforma, ya que existía “un problema de calidad y de abandono en la educación española” que “conducía a malos resultados en los informes PISA y había acabado con la escuela pública como herramienta de ascensor social para las clases más desfavorecidas”.