GOMERANOTICIAS.– El ejemplar de ‘Esquisúchil’ (Bourreria Huanita), conocido como árbol sagrado del Santo Hermano Pedro, plantado en el entorno de la Iglesia Parroquial de San Sebastián de La Gomera aporta por su altura sombra a la escultura del Padre Torres Padilla ubicada en este mismo lugar.
El árbol ubicado en la capital gomera hace ya varios años, al igual que se hizo con otros ejemplares en Güimar; en el Obispado en el municipio de La Laguna; en Vilaflor; en el Jardín Botánico en el Puerto de la Cruz, en El Sauzal; en la cueva del Hermano Pedro (Granadilla); en Santa Cruz y en Adeje tiene una historia singular ligada directamente al santo canario Hermano Pedro, que después de plantar un ejemplar de esquisúchil en el jardín de la ermita de El Calvario de Santiago de Guatemala, logró que la popularidad de esta especie, recorriera todo el país americano casi hasta alcanzar la veneración entre sus habitantes donde está considerado hoy en día como una reliquia nacional.
El objetivo que se pretendió con la plantación de este árbol –así como en el resto del Archipiélago– a raíz de las donaciones realizadas en su momento por el editor Juan Francisco Delgado tras su viaje con motivo de la elaboración del libro Los dos mundos del Santo Hermano Pedro a Guatemala, recogidas por Gomeranoticias.com, es el de que «al igual que sucede en esa república centroamericana, sus propiedades curativas sirvan para mejorar las condiciones de vida de aquellos que se cobijarán en un futuro próximo bajo sus ramas, tal y como señaló en un amplio reportaje el periodista Andrés Lobato en el que recogía, que la medicina tradicional guatemalteca «considera que las flores blancas de cinco pétalos del esquisúchil son la cura de muchas dolencias».
Se recoge que además el esquisúchil, contiene propiedades tranquilizantes, calmantes para dolores menstruales, analgésicas y anticancerígenas, entre otras. Por todas estas virtudes, al otro lado del Atlántico es común ver caminando en torno a su tronco a muchos fieles, esperando la caída de una de ellas para consumirla en infusión o para conservarla como reliquia, ya que pueden ser cogidas directamente del árbol.
El árbol plantado en La Gomera gran desconocido para gran parte de la población, al igual que el resto de los ejemplares en Canarias, dicen de él los botánicos que su crecimiento y reproducción es casi un milagro». Cabe recordar como en ningún momento desde la plantación contó con reja de protección y ni siquiera con sistema de riego incorporado. Fue precisamente la colaboración desinteresada y voluntariosa del personal del Museo Arqueológico de La Gomera ubicado frente a él, quien regó y cuidó el ejemplar desde aquellos momentos.
Hoy, años después de aquella iniciativa, el árbol es un bello ejemplar que alcanza ya casi con su sombra a la escultura del padre Torres Padilla, obra de Miguel Ángel Padilla, realizada en bronce de 1,80 metros y 400 Kg de peso, incorporada a este bello entorno histórico de San Sebastián de La Gomera en 2008 con motivo de las Fiestas Lustrales de aquel momento. En la imagen incorporada a esta información se puede observar como hace nueve años el pequeño esquisúchil era apenas un arbusto.
