Uno de cada cuatro municipios de Canarias (22 de 88) ha perdido población en los últimos 17 años, en una tendencia que afecta a ayuntamientos de todas las islas, salvo Fuerteventura y Lanzarote, que cuentan hoy con más residentes que en 1999 en todos sus consistorios.
Según un informe sobre la despoblación publicado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), solo en cinco comunidades autónomas (Canarias, Baleares, Madrid, Murcia y el País Vasco) son mayoría los ayuntamientos que han ganado población desde 1999, mientras que en el resto de España predominan los municipios que pierden habitantes.
En el caso de Canarias, los 22 municipios que hoy tienen menos residentes que en 1999 se encuentran en las islas de La Palma (7), Gran Canaria (6), Tenerife (5), La Gomera (2) y El Hierro (2).
En concreto, se trata de Barlovento, Fuencaliente, Garafía, San Andrés y Sauces, Santa Cruz de La Palma, Tazacorte y Tijarafe, en La Palma; Agaete, Artenara, Moya, La Aldea de San Nicolás, Tejeda y Valleseco, en Gran Canaria; Buenavista del Norte, Garachico, Santa Cruz de Tenerife, Los Silos y El Tanque, en Tenerife; Agulo y Hermigua, en La Gomera; y Frontera y El Pinar, en El Hierro.
Entre ellos, el que mayor pérdida de población en términos proporcionales ha sufrido es Tazacorte (-27 %) y el que menos, La Aldea de San Nicolas (-1 %).
Los otros 66 municipios de Canarias han crecido en población desde 1999, 43 de ellos más de lo que lo han hecho como promedio el resto de municipios de España (16 %) y 23 que han visto aumentar sus censos, pero menos que la media.
Salamanca, Burgos, Zamora y Ávila son las provincias con mayor número de municipios que pierden población, lo que hace de Castilla y León la comunidad más afectada por el vaciamiento de los núcleos rurales que afecta a casi toda España.
Son datos de la FEMP colgados en su página web, en la que también puede comprobarse que en el periodo 1999-2015 perdieron población un total de 4.785 municipios, lo que representa casi el 60 por ciento del total que hay en España (en estos momentos, 8.125).
Es por ello que la Federación ha concluido en un informe del que se hizo eco Efe que prácticamente 4.000 localidades están en riesgo «más o menos severo de extinción a medio y largo plazo». Las consecuencias de la «sangría demográfica» son palpables.
Pero la FEMP cuantifica además los municipios que experimentaron un aumento de población inferior a la media, lo que les lleva a padecer «pérdidas relativas» de población. Son 1.349 en total.
Las provincias que netamente contienen más municipios en expansión demográfica son Barcelona, que tiene 207; Madrid, con 160; Girona, con 145; y Valencia, con 116.
Buena muestra de los desequilibrios demográficos que se llevan produciendo en España desde los últimos años, según estos datos desde 1999, lo refleja el número de provincias con más municipios que ganan habitantes que municipios que los pierden.
En total, 15 provincias, entre ellas las tres vascas, tres de Cataluña menos Lleida, Baleares, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Toledo, Valencia, Alicante, Murcia y Madrid.
De todas ellas, las que más desfase presentan a favor de los municipios en crecimiento son Barcelona, Madrid, Baleares y Girona.
Se refleja de este modo el trasvase de población del campo a la cuidad, o a los municipios satélite de las grandes urbes.
Con todo, basta comparar los números totales: frente a los 1.985 localidades que entre 1999 y 2015 registraron un aumento de población superior a la media nacional, aparecen los cerca de 4.800 que vieron cómo adelgazaba su censo.
Las tres provincias a la cabeza de lo que la FEMP llama en su último informe una «sangría demográfica» son Salamanca, Burgos, Zamora y Ávila.
En los seis años a los que se refieren los datos de la Federación, hay 312 municipios salmantinos que perdieron habitantes, por encima de los 293 burgaleses, de los 234 de la provincia zamorana y los 222 de la abulense.
Cuatro territorios en Castilla y León, que es una comunidad especialmente castigada por la despoblación de sus zonas rurales: no hay una sola provincia que haya incrementado su demografía entre 1999 y 2015.
Es por ello que la castellanoleonesa es una de las autonomías que con mayor énfasis ha exigido al Gobierno que se ponga manos a la obra para comenzar a atajar un problema que no sólo amenaza con cambiar la fisonomía del territorio, sino que también puede causar graves impactos en el tejido productivo o social.
Con ocasión de la reciente Conferencia de Presidentes, y gracias además al empeño de otras comunidades afectadas como Asturias o Galicia, el Gobierno se ha comprometido a redactar este año una Estrategia Nacional al respecto.
El siguiente cuadro resumen la evolución de la población en los 22 municipios que terminaron 2015 con menos censo que en 1999.
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Municipio Pob 2015 Índice 1999/2015