A partir del 1 de enero de 2018, todos los comercios españoles independientemente de su tamaño tendrá prohibida la entrega gratuita de bolsas de plástico a los consumidores en sus puntos de venta, y estarán obligados por ley a cobrar un precio mínimo que oscilará entre los 5 y 30 céntimos de euro, dependiendo del espesor y el material de la bolsa.
Así lo recoge el proyecto de Real Decreto de Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, cuyo objetivo es cumplir con la directiva europea de 2015 que pretende rebajar el consumo de bolsas de plástico ligeras no biodegradables. Actualmente, la mayor parte de las cadenas de supermercados, hipermercados y grandes superficies cobran ya por las bolsas, aunque estrictamente no existe ninguna prohibición formal al respecto.
Cuando entre en vigor la norma en 2018, con un año de antelación sobre la fecha que fija la directiva comunitaria, ninguna tienda podrá entregar bolsas con las mercancías vendidas (con algunas excepciones) y los incumplimientos serán sancionados con multas. El Gobierno también barajó la opción de imponer una tasa o un impuesto por cada bolsa, como el que aplican ya comunidades autónomas como Andalucía, pero finalmente se ha decantado por la prohibición al entender que era más eficaz para la reducción efectiva del consumo.
Estos son los aspectos claves de la nueva legislación que prepara el Gobierno y que debe pasar aún por el Parlamento para su tramitación y enmienda, antes de que entren en vigor.
Obligación comunitaria. El objetivo del borrador de real decreto es incorporar al ordenamiento jurídico español la Directiva 2015/720 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2015. La norma comunitaria ofrece dos opciones a los Estados: la adopción de medidas que garanticen que el nivel de consumo anual no supera las 90 bolsas de plástico ligeras por persona a más tardar el 31 de diciembre de 2019, y 40 bolsas a finales de 2025; o la prohibición para los comercios a partir de 2019 de que entreguen bolsas de plástico gratis a sus clientes. El Gobierno ha preferido optar por esta segunda opción.
Bolsas oxodegradables y compostables. Las bolsas oxodegradables son aquellas que no se degradan en el medio ambiente sino que, debido a sus aditivos, se fragmentan en micropiezas, con el consiguiente perjuicio para los suelos, el agua y los organismos al mantenerse en el medio ambiente el plástico pero en partículas diminutas. En el lado opuesto, están las bolsas compostables que, no solo son biodegradables, sino que se pueden usar como abono orgánico (compost).
Precios mínimos. Los precios mínimos oscilan entre los 5 y los 10 céntimos de euro por cada bolsa compostable, y de entre 10 a 15 céntimos para las no compostables en función de su espesor (desde menos de 15 a más de 30 micras). La entrega de las bolsas oxodegradables de menos de 50 micras se prohíbe a todos los efectos; las de más de 50 micras costarán al menos 30 céntimos.
Excepciones. Los comercios podrán seguir entregando gratis bolsas muy ligeras (con un espesor inferior a 15 micras) “que sean necesarias por razones de higiene o que se utilicen como envase primario para contener alimentos a granel a efectos de prevenir el desperdicio alimentario”. Por ejemplo, las que se usan para la fruta a granel.
Consumo en España. De acuerdo con los datos proporcionados por el sector, en España se pusieron en el mercado en 2014, unas 62.560 toneladas de bolsas de plástico de menos de 50 micras (6.730 millones de unidades) y unas 4.670 toneladas de más de 50 micras (158 millones de unidades). Según datos del sector, el uso de bolsas de plástico por persona y año se ha reducido en un 56% desde 2007. No obstante, cada español consume de media 238 bolsas.
Reciclaje. La tasa actual de reciclaje de las bolsas de plástico en España no alcanza el 10%. En torno al 40% de las bolsas se incineran pero aún una de cada dos bolsas se envía a los vertederos. Otra de las medidas que se han tomado ha sido el uso de las bolsas de papel, que suponen ya el 36%. Alrededor del 65% de los comercios españoles utilizan ya bolsas de papel, de las que se recicla un 74%.
Multas. Los comercios que incumplan la norma serán multados, con importes variables según la gravedad del incumplimiento.
Etiquetado y contenedores. Las bolsas de plástico compostables deberán ir marcadas e incluir información que indique al consumidor el contenedor en el que deben depositarse una vez que se conviertan en residuo como a partir de diciembre de 2018. Medio Ambiente aprobará otro real decreto en el que indicará la leyenda o el símbolo que señale el contenedor en el que deben depositarse las bolsas de plástico compostables y no compostables, que será obligatorio en todo el territorio nacional. Para difundir las nuevas medidas sobre las bolsas de plástico, habrá durante al menos un año campañas de información al público y de sensibilización sobre el consumo excesivo de bolsas de plástico.
Coste. Es difícil calcular el coste que tendrá para el consumidor la medida porque el cobro de las bolsas llevará a los consumidores y comerciantes a restringir el consumo de estos embalajes pero se estima que puede alcanzar los 11 euros por consumidor al año.