El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha eludido en el Congreso comprometerse al cumplimiento del acuerdo con Ciudadanos que incluía textual y literalmente la creación de una comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP. Y el partido de Albert Rivera ha respondido forzándola con apoyo del PSOE y de Podemos, según el acuerdo cerrado por los tres partidos y presentado este miércoles en el registro. Es algo insólito entre teóricos socios parlamentarios, es el primer acuerdo para una iniciativa conjunta de los tres partidos frente al PP y podría suponer que se cita al propio Rajoy para que dé cuenta de la financiación de su partido.
Horas antes, en el pleno, Rajoy, en respuesta a Albert Rivera, ha burlado a sus socios de investidura y ha amagado con llevar esa comisión de investigación al Senado donde el PP tiene mayoría absoluta y puede controlarla y, además, ha amenazado con extenderla a todos los partidos. Esas dos condiciones nuevas suponen en la práctica diluir el compromiso adquirido para la investidura. El PP ha intentado en reiteradas ocasiones desde octubre diluirla, sustituyéndola por una genérica subcomisión.
Mientras, sentado en su escaño, Rivera hacía gestos ostensibles golpeando su mano contra su cara, dando a entender que quien es presidente del Gobierno gracias a su voto tiene la cara dura.
Aquel pacto decía textualmente: «Creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre la presunta financiación ilegal del Partido Popular». Es decir, no concretaba si en el Senado o el Congreso y sí se establecía que debía ser puesta en marcha en los primeros tres meses de legislatura, plazo que ya se ha cumplido, y que se referiría solo al PP.
«Ya le he dicho que estoy dispuesto a hablar de esto con usted. Una comisión en el Congreso o en el Senado. Podemos hablar de si se refiere solo al PP o también a la financiación de Podemos, la del PSOE o la de su partido. Y si es desde 1990 o desde cuándo», ha asegurado el presidente del Gobierno.
Se ha remitido a una subcomisión que ya funciona en el Congreso donde comparecen expertos para estudiar medidas contra la corrupción, pero que no tiene carácter de comisión de investigación como la pactada con Ciudadanos.
Y ha concluido pidiendo a Rivera que se preocupe por temas como el paro, la dependencia o la estiba y que no mire hacia atrás y con una advertencia: «No haga como la mujer de Lot, que quedó convertida en sal por mirar hacia atrás».
El líder de Ciudadanos ha mostrado el acuerdo de investidura firmado por Rafael Hernando, portavoz del Grupo Popular, en agosto, que habla claramente de la comisión de investigación sobre financiación ilegal del PP. Rivera ha asegurado que ese acuerdo se va cumpliendo «hasta llegar a la corrupción», ha recordado que el PP apoyó comisiones similares sobre Jordi Pujol y Convergència en Cataluña y sobre los cursos de formación en Andalucía y le ha advertido de que esa comisión se hará con el PP o con otros partidos.
«Cumpla su palabra» y «le dimos el apoyo porque confiamos en que tenía palabra y no están cumpliendo», respondió Rivera poniendo en cuestión las afirmaciones y compromisos del presidente del Gobierno.
Luego, Ciudadanos ha rechazado que la comisión pueda crearse en el Senado y el propio Rivera ha hablado en el pasillo de «ridículo y broma de mal gusto». El enfado se materializaba horas después en la petición presentada por la tarde con PSOE y Podemos, frente al PP.
Ciudadanos no tiene diputados suficientes para forzar por sí solo la comisión de investigación, pero el PSOE presentó en el registro una similar que aún no ha ido a pleno. Por eso, a media tarde Rivera cerró un acuerdo con PSOE y Podemos para presentar una iniciativa conjunta.
«El PP ha acudido dopado a las elecciones», ha asegurado el socialista Antonio Hernando, tras presentar la iniciativa junto a Podemos y Ciudadanos que busca determinar las responsabilidades políticas de casos que están en los tribunales, ocmo el caso Bárcenas y Gürtel.
El compromiso es aprobarla en 15 días y ponerla en marcha en este periodo de sesiones para «trabajar lo antes posible», según Hernando. «Vamos a acabar con la ley del silencio que ha querido imponer el PP», ha dicho Irene Montero de Podemos, quien ha sugerido que podría ser citado el propio Rajoy. Para Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos, es la constatación de «con o sin Rajoy se va a investigar el caso Bárcenas».
Hay un problema añadido y es que en este momento hay dos aprobadas, una sobre el ministerio del Interior y otra sobre la crisis de la banca. En teoría no podría avanzar ninguna otra hasta que no concluyan esas dos. La de Interior se aprobó en septiembre y no se constituirá hasta este jueves y la de la crisis bancaria está esperando todavía y solo se sabe que la presidirá Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria. Para los grupos minoritarios es inasumible que haya tres comisiones de este tipo funcionando a la vez.
Antes que Rivera, ha preguntado en el pleno a Rajoy el socialista Antonio Hernando, quien ha hablado también de corrupción y se ha comprometido a impulsar la comisión de invstigación sobre la financiación del PP. «En este Congreso tendrán que explicar la financiación del PP y la caja B, en una Comisión de Investigación registrada por mi grupo y que vendrá próximamente al pleno, aunque ustedes se salten a la torera los pactos firmados con otros grupos para investigar por qué cuatro tesoreros del PP están hoy imputados», ha dicho.
Nada impide que el PP pueda de forma paralela constituir en el Senado con su mayoría absoluta una comisión sobre financiación ilegal de todos los partidos. En 1996, el PP forzó en el Senado con su mayoría absoluta una comisión de investigación sobre los GAL, en respuesta al control que el Gobierno socialista de entonces tenía del Congreso. La comisión apenas arrancó, pero fue disuelta al poco de constituirse.