Pedro Sánchez ha hecho ostentación de poderío en Cádiz y se ha sacudido el no es no. Ha presentado un nuevo lema, en positivo: ‘Sí es sí’ para encarar su candidatura y recuperar la secretaría general del Partido Socialista. Ha cambiado el tono beligerante y ha lanzado un mensaje de unidad a la militancia, porque «nunca un socialista será un adversario, yo sé dónde está el adversario, está fuera del partido y se llama PP«. Un positivismo con matices y con mensajes velados a Susana Díaz. La primera, que tiene claro que con su candidatura «vamos a darle la vuelta al PSOE con los votos de los andaluces», el granero de votos del PSOE, bastión de Susana Díaz y de una de las formaciones socialistas más fuertes. Una advertencia, o una provocación. Porque para Sánchez, el PSOE «está en una encrucijada. Hay que elegir entre dos modelos de partido, aunque damos la bienvenida a otras candidaturas. Hay que elegir entre un PSOE que apoya a Mariano Rajoy o entre nosotros».
Según informa Laura Garófano para el periódico El Mundo, «ese nosotros para Sánchez pasa por destacar que «El no a Rajoy es un sí al PSOE», y de ahí «damos un sí al partido, a la militancia, a la izquierda». Por ello ha apostado por un PSOE «que derogue la reforma laboral de Rajoy», que derogue la Lomce «y reconstruir el Pacto de Toledo. Se trata de un sí optimista, un sí al futuro». Pero ha dejado claro que, bajo su mando, «no va a haber votos socialistas para políticas de derechas».
Pedro Sánchez ha continuado tirando de comparativas entre él y Susana Díaz, sin nombrarla. Para concurrir a las primarias «me despojé de todos los cargos para tener credibilidad», y ha apostado por «el respeto entre compañeros para unas primarias en las que debatamos». Apostó por aprovecharlas «para hacernos más fuertes. En las primarias nadie pierde, y si tengo el respaldo mayoritario exigiré el mismo respeto para el que no esté, porque por experiencia sé qué es debilitar al secretario general del partido, y hacer eso es dar armas a la derecha». Así, e independientemente del resultado que haya en mayo «todos tienen que estar detrás del secretario general para enfrentar a la derecha».
Insistió en que un PSOE sin líder «sólo beneficia a Mariano Rajoy» y respondió a los que opinan «que nos hemos presentado muy pronto. ¿No será que las habéis puesto [las primarias] muy tarde?». Hizo un llamamiento a las raíces del partido pero destacando que «la sociedad española no es la misma que hace 35 años, y el PSOE tampoco». Sánchez subrayó «que no proponemos ningún giro a la izquierda, lo que proponemos es que el PSOE vuelva a serlo», y recordó que «si los que pudieron entonces hubieran querido, hoy habría [en España] un gobierno de izquierda.
Ha anunciado cambios en el PSOE si se alza como ganador, como posibilitar las consultas obligatorias a los militantes «para que no vuelva a ocurrir lo que ocurrió en octubre». Abogó por que las gestoras «no sean de más de 90 días» y confió en que las primarias «sirvan para que ningún secretario general pase por lo que yo por cumplir la palabra dada». Un «alto precio» que arrancó fuertes aplausos entre los asistentes.
Con un discurso en el que también dejó perlas en clave nacional, al subrayar que Donald Trump «no distingue entre islamistas y yihadistas», y que él había escuchado declaraciones de dirigentes del PP en la misma línea. También aportó matices para una visión europeísta para el PSOE, y tuvo palabras para la situación política catalana, lanzando así un mensaje de conciliación que va a la línea de flotación de la candidatura de Susana Díaz. «Nunca con un gobierno socialista hubo una declaración de independencia en Cataluña. Y no se puede comprender España sin Cataluña ni Cataluña sin España, ni tampoco un PSOE sin PSC«.
De ‘Color esperanza’ a ‘La internacional’
El acto arrancó con la canción Color esperanza y ha culminado, puño en alto, con La internacional. Pedro Sánchez ha hecho toda una ostentación de poder, tras la prolongada indecisión de Susana Díaz y la tibieza de Patxi López, y ha estado refrendado por apoyos importantes como el de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, de origen gaditano, que aunque no asistió, envió un mensaje a Sánchez a través de un vídeo. «Decirte que desde París te sigo y te apoyo. Europa necesita líderes como tú. Te vi en Chiclana, hemos hablado muchas veces y sigo tus combates. Te necesitamos. Necesitamos a alguien que nos represente como socialdemócratas sin perder nuestra historia socialista». Así, la alcaldesa parisina declaró que confiaba en que Pedro Sánchez «aporte soluciones nuevas sin perder nuestros valores», y abundó en que «el acto de hoy es muy importante», que abre una carrera «difícil». «Te doy mi apoyo, mi amistad y todo el ánimo para este combate pacífico pero necesario para nuestras ideas».
El acto ha tenido lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones, en la sala de mayor capacidad, con aforo para 900 personas, que se quedó pequeña. Unas 500 personas más se quedaron fuera, teniendo que escuchar las intervenciones a través de unas pantallas instaladas en la entrada de un anfiteatro abarrotado de público.