El Ejército de Estados Unidos ha lanzado la mayor bomba no nuclear, la conocida como la «madre de todas las bombas», sobre Afganistán, según ha informado este jueves el Pentágono.
Por primera vez en la historia, EEUU ha utilizado la bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso, de los cuales el 80% son explosivos de alta potencia. Es la más poderosa que existe sin utilizar combustible nuclear y, hasta ahora, sólo se había usado hasta la fecha en pruebas controladas.
El arma, según el Pentágono, fue lanzada desde un avión MC-130 contra un complejo de túneles del Estado Islámico (EI) en la provincia de Nangarhar (Afganistán), en el este del país, cerca de la frontera con Pakistán, donde hace unos días hubo un combate cara a cara entre EEUU y los yihadistas en el que falleció un miembro de las fuerzas especiales estadounideses.
Se trata de una remota región donde los milicianos del EI se han asentado para ampliar su presencia en la que llaman provincia de Jorasán (parte de su autoproclamado califato). El Ejército estadounidense se encuentra evaluando en estos momentos el impacto de la bomba, cuyo lanzamiento fue ordenado directamente por el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general John Nicholson.
El Gobierno de Afganistán ha confirmado el lanzamiento, que fue revelado pocas horas después de tener lugar a las 19.32 hora local (15.02 GMT), una premura poco habitual en operaciones de este tipo. «Esta operación llevaba meses en preparación y no tenemos constancia de víctimas civiles», ha declarado el portavoz del Gobierno, Sediq Sediqqi.
«El bombardeo estaba diseñado para minimizar el riesgo para las fuerzas afganas estadounidenses que desarrollan operaciones sobre el terreno en esa zona, al tiempo que se maximiza la destrucción de combatientes e instalaciones del EI-Jorasán», ha defendido, por su parte, el Pentágono en un comunicado. «Esta es la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el ritmo de la ofensiva contra el EI-Jorasán», ha añadido el general Nicholson, que ha destacado que los yihadistas han estado trabajando en defensas subterráneas y búnkers.
La «madre de todas las bombas» mata con la imponente presión de aire que genera. El Pentágono asegura que han tomado «las precauciones para evitar víctimas civiles», pese a que el proyectil, que es guiado al objetivo solo durante la caída, no es considerado de precisión.