El Parque Nacional de Garajonay ocupa un 10% de la geografía insular y el 100% del paisaje sentimental de los gomeros que lo consideran la joya por antonomasia de su naturaleza. Este rincón es la fuente de la vida de la Isla y supone el atractivo más importante por lo que funciona como un potente polo de atracción turística. En realidad, el principal. No es extraño que este rico hábitat haya visto reconocidos sus valores con títulos tan incuestionables y rotundos como el de Parque Nacional, Reserva Mundial de la Biosfera o Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El presidente del Cabildo de La Gomera y del Patronato, Casimiro Curbelo Curbelo, considera que aparte de este rico ecosistema se debe también tener en cuenta la importancia que adquiere el espacio como motor de la actividad turística insular. Pone como ejemplo, la red de senderos vinculada al Parque o las visitas anuales que se sitúan en una media de 626.000 personas que acuden al lugar para conocer los secretos ecológicos de este ancestral fósil viviente. «Hablamos de la pieza clave de un sector en continúa expansión en la Isla como es el turístico y desde aquí se empuja a todos los demás, tanto al primario, a la restauración o a la gastronomía». Por lo tanto, cree que el Garanonay es «nuestra principal joya turística y medioambiental y así ha quedado reconocido en todos los ámbitos, tanto dentro como fuera de la Isla. Un orgullo y a la vez un recurso que funciona como el corazón natural y vital de La Gomera».
Vida
La particular flora y fauna que puebla el Garajonay y que es responsable de su variada biodiversidad, sólo puede recibir un trato exquisito por parte de los responsables de su conservación. Desde el Cabildo se tiene claro que el único modelo que se puede desarrollar en este enclave es el sostenible y que éste se debe plasmar en todos los detalles y aspectos del parque. Desde el más pequeño hasta el mayor. Nada se deja a la improvisación.
La presencia del mar de nubes permite el desarrollo de una exuberante vegetación subtropical, el bosque de laurisilva, y a la vez representa un importante aporte de agua
Y es que en el Garajonay la vida no sólo nace, crece y muere, sino que también se recupera. Este enclave reúne una enorme riqueza de especies exclusivas y raras, lo que a su vez trae como consecuencia que muchas de ellas deban recibir un tratamiento especial para garantizar su continuidad. Esta labor es pionera en toda España y supone un notable reto que es afrontado con éxito desde que se inició a principios de la década de los años ochenta. En la actualidad el programa gestiona un total de 30 especies y su seguimiento es cuidadosamente documentado año tras año.
A modo de ejemplo, y para ilustrar parte del ingente trabajo realizado, se destacan los avances alcanzados con la abelfa o tabaiba de monte, una rarísima especie que puede alcanzar hasta 12 metros de altura y que se refugia en contadísimos lugares húmedos de la laurisilva. A principios de los años ochenta, sólo se conocía una población de apenas 5 individuos en el Parque. Tras años de rastreo en el territorio fueron descubiertas otras cuatro poblaciones que en total no superaban la veintena de individuos. En la actualidad hay un total de 860, localizados en numerosas poblaciones que a su vez han empezado a reproducirse de forma espontánea.
Otro ejemplo destacado es el sabuco, sabuquero o sauco. Esta planta conservaba menos de diez individuos naturales en La Gomera a principios de los años ochenta. A estos ejemplares había que sumar el escaso número que fueron plantados con fines medicinales en varios caseríos de las medianías del norte, la mayoría de los cuales han ido desapareciendo. En la actualidad, gracias a las actuaciones de recuperación, hay un total de 1.140 individuos censados, la mayor parte procedentes de plantación. No obstante, también se empieza a observar, cada vez con mayor frecuencia, la aparición de plantas jóvenes producto de la dispersión que las aves hacen de sus frutos. Otro tanto ocurre con las que crecen gracias a la formación de sombras originadas por árboles de gran tamaño.
Desde el Parque Nacional se apunta como conclusión obtenida de la larga experiencia de trabajo que estas plantas no son tan exigentes en sus requerimientos de condiciones ambientales como se pensaba. También se concluye que su actual escasez está claramente condicionada por la explotación que el bosque tuvo que soportar en el pasado. La experiencia ha demostrado que los resultados de estas iniciativas dependen de la continuidad de los programas.
Obras
Los títulos que ha recibido el Garajonay no implican que se convierta en un espacio congelado en el tiempo. Prueba de ello es que en este ejercicio se pretende invertir desde el propio Parque Nacional casi 1,3 millones en la ejecución de diversas actuaciones que buscan hacer de este enclave un lugar más conservado y con mejores servicios. Sostenible pero que a la vez pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos en las mejores condiciones posibles.
Todas y cada una de las obras que se ejecutan están sometidas a un proceso de exigente control y son analizadas en la comisión permanente del parque para estudiar su adecuación a un espacio natural tan frágil y valioso. Con este fin las actuaciones se llevan a cabo en presencia de personal técnico y se adoptan siempre una serie de medidas para evitar que impliquen el mínimo impacto. Sirva como ejemplo ilustrativo la obligación de que los carteles informativos sobre las obras se sitúan en la periferia del parque, no en su interior.
El Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) dejará también su huella en este espacio y servirá para llevar a cabo actuaciones como la ampliación de la red de miradores y aparcamientos en El Rejo, Pajaritos y Cabeza del Mocanillo. O a la ejecución de la carretera de La Laguna Grande-Juego de Bolas y al acondicionamiento de las infraestructuras hidráulicas.
El Garajonay está íntimamente unido al mundo del agua de donde surge la vida y la indudable riqueza natural de este espacio. También los habitantes que viven en su interior tienen derecho a recibir este servicio en las mejores condiciones posibles. Por ello, una obra de especial importancia es la conexión a la red de agua potable de los distintos inmuebles que se encuentra en el caserío de El Cedro. Con este fin se instalará una canalización que transcurrirá de forma soterrada desde el depósito situado junto al campamento propiedad del Cabildo hasta las distintas casas. De esta manera se logra un doble objetivo: por un lado se anula el impacto paisajístico y se garantiza su eficacia en caso de incendio. La red contará con cuatro hidrantes que será posible utilizar en caso de que haya fuego.
Dada esta estrecha relación con el agua, no es extraño que desde el Parque Nacional se tenga un especial interés en conocer el contenido del Plan Hidrológico Insular para el período 2015-21 que actualmente se encuentra en trámite de audiencia. La entidad ha mostrado su voluntad de dejar clara su opinión en el contenido de este documento. Así se pide que se reconozca la especificidad de la gestión de este recurso como un medio fundamental en la prevención y extinción de incendios forestales, principal amenaza de su hábitat y espacios protegidos. Con este fin se quiere que las redes se adapten para estos objetivos y que exista una línea de distribución a lo largo de la dorsal insular para la conexión e instalación de cañones hidrantes que permitan implantar cortafuegos húmedos.
Otra propuesta pasa por la creación de bebederos distribuidos adecuadamente allí donde se hayan desecados los puntos de aguas naturales. También se pide la retirada de tuberías abandonadas y sin uso o el enterrado en Igualero, Cruz de María, Laguna Grande, Raso del Quebradón, lugares donde sea posible hacerlo y eliminar el depósito de Meriga, actualmente en desuso. En cuanto a esta instalación se apuesta por darle un uso público mediante la creación de una plataforma peatonal y mimetizando las infraestructuras hidrológicas existentes. El proyecto pasa por implantar un caudal ecológico en este barranco para recuperar el riachuelo de agua permanente.
Milagros
En el capítulo de los milagros está la lluvia horizontal que aporta cada año nada más y nada menos que 45 millones de metros cúbicos de agua de inmejorable calidad que se filtra bajo la superficie de La Gomera. Este caudal discurre desde las nubes que cruzan el Parque Nacional hasta las costas, dando lugar a que 750.000 metros cúbicos recorran 60 kilómetros del litoral cuya principal característica es ser permeable. Este fenómeno se origina cuando las nieblas que chocan contra las hojas de los árboles y se condensan caen luego en forma de pequeñas gotas de agua al suelo. Entonces se infiltran en la tierra para aumentar el caudal subterráneo, pasando a formar parte de los acuíferos que luego desembocan en las costas.
La presencia del mar de nubes permite el desarrollo de una exuberante vegetación subtropical, el bosque de laurisilva, y a la vez representa un importante aporte de agua. En el caso de La Gomera se dan dos circunstancias particulares: por un lado que un tercio de la Isla es impermeable, lo que da lugar a que a lo largo de cerca de 30 kilómetros de costa el agua llegue en forma de escorrentía, y por otro, su configuración como pendiente hacia el sur donde desemboca el caudal.
Pero todo parque nacional que se precie debe contar también con actividades divulgativas que promocionen sus valores. En el caso del Garajonay durante los últimos tiempos se han llevado a cabo concursos fotográficos, folletos conmemorativos, placas o insignias para conmemorar el centenario de la primera ley de parque nacionales españoles. Cada año la entidad cuenta con partidas para desarrollar un programa de publicaciones, entre las que se incluye, por ejemplo, este año una guía geológica. Todo es poco a la hora de dar a conocer ese milagro natural llamado Garajonay.
Programa Life
Con el fin de desarrollar al máximo las capacidades del Parque Nacional, el Cabildo, Gobierno de Canarias, el Patronato, ayuntamientos de Valle Gran Rey y Vallehermoso, la Empresa de Transformación Agraria, S.A (TRAGSA) y la Universidad de La Laguna (ULL), han puesto en marcha el programa Life + Garajonay Vive. Para ello se cuenta con un presupuesto de 1,5 millones, financiado en un 50% por la Unión Europea (UE) y un plazo que finaliza en el año 2018.
En este momento de las veinticuatro acciones previstas desde 2016 se han ejecutado en su totalidad ocho, una en un ochenta por ciento y seis están a mitad de cumplimiento, lo que significa un elevado nivel de desarrollo medio. Estas acciones tienen como objetivo fundamental, entre otros, garantizar la conservación de la laurisilva. Principal valor natural del Parque. El programa incluye iniciativas como plantaciones, control de especies invasoras tanto animales como vegetales, talleres, seminarios, estudios hídricos, de las vegetaciones, sobre el origen de las lluvias, reintroducción de especies desaparecidas, planes de defensa, elaboración de documentales o exposiciones. Una línea de actuaciones que busca impulsar los valores naturales allí donde puedan haber quedado dañados y conservar los existentes.