El comité local de Sí se puede en San Sebastián de La Gomera requiere que se abra para los vecinos y visitantes La Casa de La Aduana o de la aguada, que hace más de un año que permanece cerrada. Recuerdan que se trata de un edificio con un valor histórico de primer orden, pues era el lugar por donde tenían que pasar todos los productos que se exportaban y entraban en la isla durante los 400 años que duró la etapa de dominio señorial sobre ésta. Se da además la circunstancia de que fue declarada Bien de Interés Cultural desde 1996.
“Es inconcebible que uno de los recursos patrimoniales más significativos de San Sebastián de La Gomera y de la isla permanezca cerrado. Más si cabe cuando el alcalde de San Sebastián es a la vez Consejero de Patrimonio del Cabildo gomero. Además, es un edificio que se publicita en guías turísticas y páginas webs como un elemento referencial, y, sin embargo, lo que nuestros visitantes encuentran son sus puertas cerradas a cal y canto, sin que ni siquiera un cartel que indique las causas de su cierre”, señala Ada García, portavoz de la formación.
Fue la antigua vivienda condal en el s. XVI, y lugar donde la tradición oral señala que estaba ubicado el pozo donde se tomaba agua para los primeros viajes a América, si bien la literatura científica cree que podría tratarse de otro pozo, situado a las afueras de la casa, más hacia la playa. Posteriormente, y tras el ataque argelino de 1618, albergó solo la parte administrativa de la familia señorial, desarrollando su papel de aduana.
Sí se puede recuerda que la falta de interés y de sensibilidad de los actuales gestores municipales e insulares por nuestro Patrimonio Histórico no solo afecta a la Casa de La Aduana, sino a gran parte de los edificios patrimoniales de San Sebastián. Muchos de ellos han sido remodelados sin seguir unos criterios mínimos de restauración, lo cual los ha despojado para siempre de todo su valor histórico. Otros se han dejado caer, como La Hacienda Ayala, en Chipude. Otros están lamentablemente dotados desde un punto de vista museístico, de forma que la mismísima Casa de Colón exhibe una colección de cerámica preincaica que poco tiene que ver con La Gomera y que harían bien en devolver. La torre del Conde ni siquiera cuenta con paneles que expliquen los aspectos más significativos del edificio, siendo este una de las pocas fortificaciones medievales que subsisten en Canarias, declarado Bien de Interés Cultural en 1993.
Nada puede conocer el visitante tampoco sobre la Casa Ruiz de Padrón, hogar del relevante diputado gomero del XIX. Ni de la relevancia de la casa Bencomo, ni de la increíble ermita de San Sebastián, enmarcada por un notable grupo de construcciones domésticas de los siglos XVIII y XIX, varias de ellas en estado de ruina.
“Tenemos un patrimonio increíble que estamos perdiendo día a día. Los actuales responsables de lo público deberían abrir cauces para protegerlos y darles valor. Pero no existen planes para esto ni se les esperan» finaliza la portavoz.