Protección Civil de Portugal ha rectificado la información inicial en la que daba por estrellada una de las aeronaves que trabaja en la extinción del fuego. «No hay ningún aparato de combate contra los incendios que haya caído o tenido ningún problema», indicó un portavoz de Protección Civil al medio portugués Publico. La misma fuente añadió que no podían asegurar que otro tipo de aparato, no involucrado en las labores de extinción del fuego, pudiera haber sufrido un accidente.
A las 17.15 hora local (18.15 en la España peninsular) de este martes, un miembro de Protección Civil alertó a la agencia de noticias portuguesa Lusa de que un aparato involucrado en las labores de extinción se había accidentado en el término municipal de Pedrógão Grande.
La Fuerza Aérea de España informó a través de su cuenta de Twitter de que el posible avión de extinción accidentado no era español. El secretario de Estado de Administración Interna de Portugal ha asegurado a los periodistas desde Góis que no podía confirmar que un aparato se hubiera estrellado.
En una comparecencia de prensa, el responsable de Protección Civil, Vítor Vaz Pinto, ha explicado que el origen de la confusión ha podido estar en la explosión de una caravana abandonada que tendría bombonas de gas en su interior. No obstante, Vaz Pinto admitió que se enviaron equipos de búsqueda a la zona, en las proximidades de Ouzenda, en el término municipal de Pedrógão Grande.
Las llamas van de un lado a otro, de Pedrógão Grande a Góis, como las preguntas que se hacen los vecinos, que viven su tercer día de incertidumbre en medio de unos fuegos que han matado ya a 64 personas. Los políticos coinciden en que no es tiempo para las críticas, pero sí se ha abierto el de las preguntas. El mismo primer ministro, António Costa, quiere saber por qué no se cerró a tiempo la N236, la carretera de la muerte. También se ha sabido que el plan contraincendios tiene cuatro años cuando debía ser renovado cada dos años.
En 500 metros de asfalto encontraron la muerte 47 de las 64 personas que han fallecido por los incendios. Atrapadas en sus coches, algunas volvían de las playas, otras salían de las aldeas cercanas, de Figueira, de Nodeirinho, de Pobráis, porque, según una superviviente, les dijeron que el camino era la alternativa segura a la carretera comarcal I8. Y se encontraron con un caldero en llamas.
El primer ministro Costa pregunta a los responsables de la Guardia Nacional republicana por qué no se cerró la N236; también pide explicaciones por las previsiones meteorológicas y por el defectuoso servicio de comunicaciones. “¿Por qué, desde cuándo y qué impacto tuvo en la planificación, dirección y ejecución de las operaciones que vuestros sistemas no estuvieran funcionando? ¿Qué se hizo para establecer conexiones alternativas?, preguntó Costa, según la agencia Lusa, informa Reuters.