Desde hace relativamente poco tiempo, se están empezando a realizar estudios sobre la adicción al móvil. Aunque no existe una categoría expresa en el Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales DSM-IV-TR que catalogue el excesivo uso del móvil como un trastorno de la adicción, sí es cierto que existen características con las que se comparten grandes similitudes con otros trastornos como pudiera ser el de dependencia de sustancias. El síndrome de abstinencia, la tolerancia y la pérdida de control por no usarlo, son algunas de las características compartidas por ambos.
Segun la web psicoadapta.es, se conoce como Nomofobia, miedo irracional a salir de casa sin el móvil o no llevarlo con nosotros. El grado de ansiedad y malestar excesivo que estas personas pueden llegar a sufrir cuando su móvil está apagado, fuera de cobertura, sin batería o lo olvidan en algún lugar, es alta, y supone tal conflicto en su persona, como para manifestar intranquilidad en un lugar, e incluso volver a casa por él, como consecuencia del estrés que les genera saber que estarán desconectados por un tiempo.
Los distintos estudios realizados durante los últimos años estiman que más del 50 % de las personas usuarias del móvil son dependientes de él.
Es importante recordar que su uso en sí mismo no es adictivo. Hablaremos de dependencia cuando su uso es excesivo, inadecuado y cuando existe una necesidad patológica de estar pendiente de él sin perderlo de vista.
Actualmente, las relaciones sociales empiezan a tener poco que ver con las del pasado. La forma de comunicarnos, la privacidad que en ocasiones supone decir determinadas cosas sin tener que enfrentarse físicamente a los demás, así como la rapidez y bajo coste de esta modalidad de comunicación, representan grandes beneficios para las personas.
El problema no está en reconocer las ventajas que en términos generales la tecnología ha aportado a nuestras vidas, pues es obvio y no discutible, sino en otro bien distinto. Al igual que la ingesta de alcohol puede ser no dañina en su justa medida, pero sí un problema cuando se cometen excesos, el uso del móvil es un caso similar.
A continuación te proponemos que realices un breve test, el cuál te podrá indicar cierta predisposición a tener una dependencia al móvil. Cuantos más SÍ haya en tus respuestas, mayor será la necesidad que tienes del mismo.
1. Cuando se está acabando la batería de tu móvil o por falta de cobertura, ¿sientes ansiedad o nerviosismo?
2. ¿Tus amigos o familiares te dicen continuamente que estás enganchado al móvil?
4. ¿Revisas el móvil de forma reiterada por si ha entrado algún mensaje, mail o llamada a pesar de saber que es poco probable porque lo has tenido todo el rato delante?
5. ¿Cuándo conduces y entra un mensaje o mail, llamas rápidamente a la persona para comprobar que es lo que te ha escrito, pues en ese instante no puedes leerlo, o en otros casos, a pesar de la conducción y la peligrosidad que supone, lees y escribes?
6. ¿No te separas del móvil, cuándo estas en cualquier parte de la casa?
7. ¿Coges y atiendes llamadas de carácter no importante cuando estás hablando con otras personas que están en tu presencia?
8. ¿Utilizas los mensajes o las llamadas para hablar de cuestiones importantes y así encontrarte más cómodo al evitar el enfrentamiento físico con las personas?
9. ¿Si en alguna ocasión olvidas el móvil, piensas continuamente en él y sientes como si algo te faltase, desapareciendo esta sensación al reencontrarte con él?
10. ¿Utilizas el móvil en lugares dónde está prohibido como en el coche, cine, etc.?
11. ¿Si te levantas por la noche al baño, revisas el móvil antes de volverte a dormir? ¿Hablas hasta tarde y no respetas las horas de sueño por estar con el móvil?
Los efectos negativos de la adicción al móvil
– Aumento del peligro en situaciones tales como la de conducción e incluso como peatones, si estamos prestando atención a nuestro móvil.
– Pérdida de interés por las relaciones sociales presenciales.
– Inestabilidad anímica por estar siempre pendiente de quién nos escribe o llama.
– Pasar largas horas frente al móvil, supone la pérdida de la noción del tiempo y obsesión con el mismo.
Adicción al móvil – Tratamiento
Desde la terapia cognitivo conductual el primer paso es realizar una evaluación exhaustiva sobre el uso que del móvil hace la persona, qué situaciones son las que mayor malestar le generan así como cada aspecto que se considere relevante por el uso exagerado del mismo.
Tras la evaluación y establecimiento de un plan de actuación, se aportarán técnicas y herramientas que ayuden a la persona en el control del impulso del uso del móvil, así como a manejar el malestar producido al limitarlo.
Cuando el problema y todas las variables afectadas quedan claramente definidos, se propondrá un plan de acción.
A diferencia de otros trastornos de adicción donde el objetivo es buscar la abstinencia total de la sustancia a la que el paciente se encuentra enganchado, en el caso del móvil el objetivo terapéutico será su uso controlado.
Como ya hemos indicado en líneas anteriores es muy complicado en nuestra sociedad vivir sin el móvil pues entendemos que se hacen necesarias muchas de sus prestaciones. Por ello, la búsqueda no irá encaminada a prescindir de él, sino a su uso correcto.