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Salvador García Llanos

SALVADOR GARCÍA LLANOS.- Cruzado el ecuador del mandato, los municipalistas saben que empieza la contrarreloj. Lo saben bien, hasta el punto de que alguno ya ha apresurado la candidatura a la reelección. O sea, dos años de campaña. Entretanto, culminación de obras, encargos de proyectos, agilización de expedientes y otros trámites que sirvan para materializar o desbloquear actuaciones e iniciativas. Hay ediles, los veteranos, con ritmo y experiencia para avanzar. Para otros, los repechos se harán interminables y habrán de derrochar dosis de imaginación con tal de justificar aquello que, por distintas razones, no podrán culminar. Quienes queden rezagados tendrán que esforzarse. Que se preparen técnicos, funcionarios y personal laboral: esta carrera también tiene mucho que ver con ellos y saben que van a ser exigidos. En fin, que todos tengan suerte.

El caso es que la Federación Canaria de Municipios (FECAM) ha dejado para esta segunda mitad del mandato unos planes sectoriales que, presentados al presidente del Gobierno de Canarias, pudieran servir, teóricamente, para impulsar sus propósitos. A ver qué dice el ejecutivo, que anda a saltos, como saben, entre el monocolor minoritario y una nueva alianza que lo sustente. Si la primera duda estriba en lo apropiado del momento en que han sido dados a conocer, la siguiente consiste en la incertidumbre que se genera con la misma estabilidad y capacidad de acción del Gobierno. Sumadas vacaciones, carnavaleos y festejos a los planes y compromisos propios, la fijación de prioridades, por un lado; y la asignación de recursos suficientes, por otro, es evidente que el tiempo va escaseando. La lucha contra el crono está abierta. Es evidente que hay que apretar los dientes.

La FECAM se basa en datos actualizados de población y desempleo y pretende que los objetivos se concreten en propuestas para los presupuestos de años sucesivos. En su declaración de intenciones, el organismo municipalista estima que los planes propiciarían el impulso social y económico que necesita el archipiélago. Desde un plan integral para la financiación de obras públicas a una sustancial mejora en el ámbito de las infraestructuras de tecnologías de la información, las propuestas de la FECAM abarcan otras coordenadas de las competencias de los ayuntamientos y persiguen promover la inserción sociolaboral de los ciudadanos y una oferta de servicios públicos de calidad. ¿Habrá tiempo para todo eso? Esa es la gran duda. Pero la contrarreloj ya está en marcha.

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