Cinco son ya los años que han transcurrido desde que La Gomera recibió el título de Reserva Mundial de la Biosfera. Una distinción que garantiza el cuidado medioambiental del que disfruta la Isla y la excelencia de sus paisajes. Aquel 11 de julio de 2012, La Gomera entró en el exclusivo club de enclaves repartidos por todo el mundo que reciben esta categoría y que además sirve para atraer a visitantes que quieren conocer destinos caracterizados por sus valores naturales.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo, cree que el resumen que se puede hacer de los años transcurridos sería que el grueso de los esfuerzos se ha centrado en intentar “con mucha fuerza implicar a los ciudadanos para hacerles ver que el título es una apuesta por la sostenibilidad”. Y es que la declaración llevada a sus últimas consecuencias supone una mejora en la calidad de vida, la preservación de los valores medioambientales y apostar por un desarrollo armónico con la naturaleza.
En este punto entraría la agricultura, ganadería y también el turismo. Curbelo señala que descendiendo a lo más concreto, en cuanto a administraciones, los ayuntamientos deben comprometerse, por ejemplo, en la recogida de residuos y el Cabildo en el mantenimiento de las infraestructuras. “Es obligación de todos que el título de Reserva recibido hace cinco años se mantenga generación tras generación y que nuestros descendientes disfruten de la Isla en las mismas en condiciones a como la heredamos nosotros”.
La presidenta de las reservas de la Biosfera de España, Marisa Tejedor, cree que durante estos años la nota final que se puede otorgar es positiva. Y todo ello pese a que los primeros ejercicios son los más complicados dado que es cuando se tienen que poner en marcha los órganos como son el rector, de participación y el científico. “En general siempre cuesta pero una vez que han pasado los primeros dos o tres años se coge la velocidad de crucero y eso es lo que ha pasado en La Gomera que actualmente tiene un ritmo de ejecución y funcionamiento muy bueno”.
Tejedor mantiene que coincidiendo con esta celebración es el momento adecuado para, por un lado, “felicitarnos todos por haber recibido esta catalogación” y por otro para recordar el espíritu de la misma; la necesidad avanzar en la convivencia en armonía entre las personas que habitan en la Reserva y el medio natural. “Hablamos de un título que debe ser utilizado correctamente y en el caso concreto de La Gomera queda claro que existe esa sintonía entre el medio natural y los habitantes”.
El consejero insular de Desarrollo del Territorio y Sostenibilidad, Alfredo Herrera Castilla, apunta que en estos cinco años se ha hecho especial hincapié en todo lo referente a la concienciación sobre la importancia del título. Y es que la Unesco da una relevancia primordial a que sea la población la que tome las riendas de esta declaración. “No sólo hablamos de un territorio sino también de un contenido, de las personas que viven en el mismo. De ahí la denominación de MaB, el hombre y la Biosfera”.
Por lo tanto, la gestión de la Reserva no corresponde exclusivamente a las instituciones públicas sino que recae sobre las espaldas de todos y tiene como obligación primordial que sea compatible conservar un territorio y vivir en el mismo. Por ejemplo, cuando se habla de la llegada de visitantes, punto en el que entra también en escena la inclusión de la Isla en la Carta Europea de Turismo Sostenible.
En estos momentos, los proyectos inmediatos se centran en la realización de unidades didácticas en los centros escolares para que los más pequeños tomen conciencia de la importancia que la naturaleza tiene para La Gomera. También se realizan labores divulgadoras a través de Radio Ecca y se emprenden acciones para erradicar especies invasoras como el rabo de gato. Otros de los principales proyectos que se piensan desarrollar giran entorno a un curso para guaraperos, la actualización del portal web, impartición de cursos a agentes de medio ambiente o formación sobre la biodiversidad de la Isla
La conmemoración de esta fecha se llevará a cabo de forma oficial el día 20 con la celebración del Consejo Rector, en el que participará Tejedor. En el encuentro se procederá a validar y completar el Plan Estratégico con nuevas aportaciones de todos los ayuntamientos gomeros y las consejerías del propio Cabildo. En el último Consejo Científico se decidió modificar la imagen que ha sido icónica durante el último lustro y sustituirla por otra en el que se resalta el nombre de La Gomera, con el fin de impulsar su uso turístico.
La calificación incluye, no sólo los 369 kilómetros cuadrados de superficie terrestre, sino que también abarca gran parte de su entorno marino. Los requisitos que impuso la Unesco para conceder la distinción era que los gomeros asumieran el compromiso en conservar los recursos, el respeto por un desarrollo pleno tanto desde el punto de vista humano como económico, preservando el medio, la cultura y las tradiciones y el estudio que coordine la investigación, la formación y la educación medioambiental. O lo que es lo mismo avanzar en el respeto a los valores naturales y culturales de La Gomera y en el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del entorno. Lo cierto es que la Isla cumplió con todos los requisitos y recibió el título.
Los ejes estratégicos que implica ser Reserva Mundial de la Biosfera se pueden resumir en la mejora de la calidad de vida, ambiental y paisajística, fortalecer el tejido empresarial y crear empleo, gestión adecuada de hábitats y ecosistemas, conservación del patrimonio en todas sus vertientes y dinamización del propio título.
A lo largo de estos cinco años el Cabildo de La Gomera ha llevado a cabo una amplia campaña de divulgación por todos y cada uno de los rincones de la Isla y se han celebrado reuniones de trabajo para conocer otras experiencias o encuentros con los distintos sectores para pedirles que se involucren en esta tarea.
Los valores que hicieron a La Gomera acreedora de este título no son en absoluto anecdóticos: altos índices de biodiversidad, contar con la mayor y mejor conservada extensión continua de monteverde y de los palmerales canarios o la más amplia extensión de sabinar y magníficas representaciones de vegetación rupícola, que es la que crece en las piedras. En el caso concreto de la Isla, la Unesco tuvo en cuenta que es uno de los territorios de la Unión Europea (UE) con mayor número de endemismos por kilómetro cuadrado.
Cuando hace un lustro La Gomera recibió esta declaración el Garajonay ya era un parque nacional, la Isla estaba incorporada a la red de espacios naturales protegidos, a la Red Natura 2000, contaba con el Plan Insular de Ordenación y se había adherido a la Carta Europea de Turismo Sostenible. Con lo cual las bases estaban sentadas.
En este tiempo se ha constituido el Consejo de Participación en el que están representados la mayor parte de los de sectores económicos y sociales de la Isla. Ha ocurrido lo propio con el Científico, integrado por personas de reconocido valor académico en materias como la biología, historia, economía, edafología o geografía y el Rector que es el órgano de gobierno.