Canarias necesita partidos cohesionados, responsables, con criterio propio y, especialmente en estos momentos en los que tantos asuntos de calado están sobre la mesa, formaciones valientes. Las Islas no necesitan ni merecen fuerzas políticas incapaces de definir una posición clara y firme en aquellas cuestiones que figuran en lo alto de las agendas.
Nuestro Archipiélago afronta dos años, los que restan de legislatura, en los que será imprescindible contar con formaciones que no tengan su capacidad política mermada por los problemas internos o, como ha ocurrido durante los últimos tiempos con el PSOE canario, lastradas por las interinidades orgánicas.
En este orden de cosas, es una buena noticia que los socialistas canarios hayan pasado página e inicien, después de un periodo de inestabilidad que viene de la legislatura anterior, una etapa en la que recupere su cohesión, su fortaleza y su papel como uno de los actores principales de la escena política en las Islas.
Es una buena noticia para los socialistas canarios, sin duda; para sus cargos públicos, responsables orgánicos, militantes y simpatizantes. Pero no sólo para el PSOE, que desde hace dos semanas cuentan con un secretario general, dejando atrás de esa manera la provisionalidad que toda Gestora conlleva. Es una buena noticia para la política en particular, y para el conjunto de la sociedad, en general.
No es mi intención entrometerme en los asuntos de otra formaciónpolítica. Mis cinco sentidos los tengo en seguir trabajando y contribuyendo al fortalecimiento, y al crecimiento, de la Agrupación Socialista Gomera. En apenas unos años quienes formamos la cada vez mayor familia de AGS hemos logrado consolidar nuestro peso.
Dando muestras de responsabilidad y compromiso -con los gomeros por encima de todo, pero también con el resto de los ciudadanos de las Islas- un proyecto joven como el de ASG se ha consolidado, y así lo reconocen incluso nuestros adversarios, como una pieza imprescindible para la gobernabilidad de nuestra tierra.
Si celebro que el PSOE haya elegido nuevo secretario general, lo hago desde el respeto más sincero a las decisiones de otros partidos, pero también desde el cariño que tengo a una formación que conozco especialmente.
Celebro que el PSOE ponga fin a su interinidad porque es bueno que así sea, porque el interés general de las Islas necesita un PSOE cohesionado. Y, de otra parte, porque la política de las Islas exige formaciones abiertas al diálogo y al entendimiento con las restantes.
Desde Agrupación Socialista Gomera pedimos al PSOE, como estoy seguro que hace la inmensa mayoría de los ciudadanos del Archipiélago, que apueste por el consenso y se sume a decisiones e iniciativas -muchas de ellas ya en marcha- que buscan incrementar la cohesióneconómica, territorial y social de Canarias.
Esperamos del PSOE que, en la etapa que echa a andar estas semanas, dé un paso al frente y arrime el hombro en la búsqueda de acuerdos con todos los grupos parlamentarios, sin excepciones, para resolver los problemas y retos estratégicos que tenemos planteados en unos momentos indudablemente decisivos.
Me consta que el recién elegido secretario general, Ángel Víctor Torres, cree en esta línea de trabajo y actuación. Su trayectoria habla de un político que tiene en el entendimiento, la negociación constante y el diálogo permanente su principal característica.
Los canarios no necesitan partidos frágiles que piensen en su propio interés. Los ciudadanos demandan formaciones sólidas que tengan la cabeza en lo que realmente interesa y espera la gente, los dos millones de ciudadanos a los que nos debemos. Los partidos estamos obligados a hablar con todos y el PSOE debe trabajar en esa dirección.