La formación ecosocialista, a través de su portavoz, Ada García, denuncia la lamentable situación de gran parte de las infraestructuras del barrio, que muestran un abandono originado por la dejadez de las instituciones. Consideran que la vía de acceso presenta graves problemas que afectan a la seguridad, como la ausencia de vallas y la presencia de malecones que no están bien sujetos, y destacan la necesidad de asfaltar dicha carretera, que solo se pavimentó cuando se inauguró en los años 90, por lo que sufre un importante deterioro ya que los baches son frecuentes durante el trayecto.
En este sentido, apuntan que el Plan Insular de Mejoras de Infraestructuras prevé «parchear» la carretera, lo que es claramente insuficiente si se tiene en cuenta, además, que gran parte de las curvas ni siquiera están asfaltadas.
En este sentido destacan, que, pese a que en los últimos 30 años el modelo de desarrollo de la isla se ha limitado a carreteras y miradores, “ASG hasta eso lo hace mal, ya que, pese a que el grueso de las inversiones del FDCAN van destinadas a esta materia, no se contemplan actuaciones tan urgentes como la intervención en esta vía”.
Desde la formación de izquierdas destacan además claras deficiencias en inmuebles como el edificio del centro cultural del barrio, abandonado a su suerte desde hace varios años y en el que se invirtió en su momento una importante cantidad de fondos públicos para restaurarlo. Otra obra que sufre un importante deterioro es el molino de Jesús Morales, propiedad del Ayuntamiento, también restaurado en su momento, y que ahora está en desuso pese a ser un elemento etnográfico de gran valor y un potente atractivo turístico.
Asimismo, advierten sobre el estado de la cancha, que no dispone de alumbrado, o de la misma ermita, inmueble que ahora mismo solo muestra su decadencia a los vecinos, que tantos esfuerzos hicieron en su momento por construirla.
Un problema de enorme gravedad sigue siendo el tratamiento de las aguas residuales, que siguen fluyendo barranco abajo mientras el barrio sigue sin alcantarillado y los vecinos continúan esperando por la depuradora biológica que tantas veces ha sido prometida.
Por otra parte, manifiestan que el problema no es solo de infraestructuras, sino que también existe una clara falta de proyectos que dinamicen barrios como La Laja. Recuerdan que en este caserío existe un importante potencial agrícola vinculado a la abundancia de recursos hídricos, además de un enorme potencial turístico ya que se trata de un barrio limítrofe con el principal recurso de la isla, el Parque Nacional de Garajonay.
García señala “a pesar de localizarse a escasa distancia de la puerta de entrada y salida de la mayor parte de los turistas y visitantes, y de ser un entorno de gran valor paisajístico y con potencial agrícola, la falta de apoyo institucional para iniciar su dinamización está empujando a este barrio hacia el despoblamiento y el abandono”.
Asimismo, lamentan que en un contexto que dota a las administraciones locales de La Gomera de casi 100 millones de euros entre 2016 y 2025, las necesidades reales de barrios como La Laja no tengan cabida, siendo las inversiones que se van a realizar insuficientes o, cuando se contemplan, innecesarias.
Por todo lo expuesto desde Sí se puede instan a las administraciones a que actúen inmediatamente: “La Laja es solo un ejemplo paradigmático del abandono que sufren nuestras medianías, que sin duda tienen un enorme potencial que no se está desarrollando debido al desdén con el que tanto el Cabildo como los ayuntamientos gestionan estos espacios” concluye la portavoz.