El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha afirmado este miércoles que la democracia “apenas sigue viva” en Venezuela, durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras difundir un informe en el que denuncia la existencia de “una política de represión” para acabar con la disidencia política.
“Creo que podemos argumentar que con el paso del tiempo hemos visto una erosión de la vida democrática en Venezuela (…) Apenas sigue viva”, ha dicho el diplomático jordano en declaraciones a los medios de comunicación desde la sede de la ONU en Ginebra.
La oficina de Al Hussein ha publicado este miércoles un informe, elaborado entre el 1 de abril y el 31 de julio, sobre la situación en Venezuela a raíz de las manifestaciones opositoras que comenzaron hace cinco meses y que dieron lugar a una ola de violencia que se ha saldado con más de cien muertos y miles de detenidos.
“Se han cometido extendidas violaciones y abusos de los Derechos Humanos en el contexto de las protestas antigubernamentales en Venezuela” que sugieren “la existencia de una política de represión de la disidencia política para instalar el miedo”, ha señalado la ONU.
“El uso sistemático y generalizado de una fuerza excesiva durante las manifestaciones y la detención arbitraria de manifestantes y personas percibidas como opositores políticos indica que estos no son solo actos ilegales o canalladas de oficiales aislados”, ha añadido.
Al Hussein ha pedido al Gobierno de Nicolás Maduro que siga las recomendaciones de Naciones Unidas para revertir la tendencia. En caso contrario, la situación en Venezuela se podría deteriorar “todavía más” y, por ello, ha solicitado al Consejo de Derechos Humanos que considere “tomar medidas” para evitar llegar a ese punto.