El expresidente socialista Felipe González considera que la nueva fase de diálogo entre Gobierno y oposición venezolanos «no irá a ninguna parte», según ha dicho en una entrevista en la que, además, se muestra a favor de que la UE imponga sanciones individuales a los responsables de la represión.
González se ha mostrado escéptico sobre la nueva fase de diálogo entre Gobierno y oposición que va a comenzar en la República Dominicana: «El diálogo empezó en junio del año pasado. Lo que pasa es que era un diálogo que no tenía una agenda ni unos objetivos, era un diálogo que ahora vuelve a reiniciarse sin agenda y sin objetivos. Por tanto, no irá a ninguna parte, desgraciadamente», ha dicho.
El expresidente ha hecho estas declaraciones al periódico griego ‘Eleftheros Typos’, con motivo de su viaje a Atenas para recibir el Premio a la Democracia de la ciudad, a iniciativa de su alcalde, Giorgios Kaminis.
González asesoró al equipo defensor del preso político venezolano Leopoldo López y se ha convertido en un firme defensor de los opositores, distanciándose del que fuera su sucesor al frente del PSOE y del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mediador por cuenta de UNASUR que sigue auspiciando el diálogo.
Preguntado sobre si la UE debe imponer sanciones al régimen de Nicolás Maduro, ha respondido que no debe poner en marcha ninguna «que perjudique al pueblo de Venezuela», pero «a los que tengan responsabilidad patrimonial, por haberse llevado dinero o responsabilidad en violaciones de derechos humanos, sí».
Precisamente el Gobierno español está tratando de convencer a sus socios europeos para poner en marcha «medidas restrictivas, individuales y selectivas», contra los responsables de la actual represión en el país, entre ellas restricciones de visados o de desplazamientos.