El Cabildo de La Gomera ha anunciado la finalización de los trabajos de conservación de la Torre del Conde. Esta edificación militar del siglo XV está catalogada como Bien de Interés Cultural y la ejecución de las obras contaron con el visto bueno de la Comisión Insular de Patrimonio, garantizándose así la adecuación del proyecto a las exigencias arquitectónicas.
El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, recuerda que la actuación en la edificación responde a las deficiencias detectadas en su fachada y en los antiguos sistemas de drenaje. Según explica, de no haberse ejecutado estos trabajos, los cimientos de la Torre seguirían padeciendo las filtraciones de las lluvias y, en consecuencia, degenerando este bien patrimonial.
Sobre los detalles de las obras, precisa que se han seguido dos líneas de trabajo. La primera de ellas dirigida a la creación de un sistema de drenaje superficial con una herramienta de impulsión que corrige las afecciones que padecía el perímetro de la Torre. Mientras, la segunda línea se centró en la renovación de la fachada mediante un tratamiento de anticarbonatación y la fijación de la piedra roja.
En cuanto a la inversión realizada de 119.940,99 euros, el máximo dirigente insular detalla que esta actuación está dentro del Programa de Desarrollo de La Gomera que se nutre de la financiación procedente del Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan). En esta línea, subraya la utilidad de estos fondos para lograr mantener el patrimonio insular. “Junto a las inversiones en I+D+i y las políticas activas de empleo, también están las mejoras en infraestructuras como la Torre del Conde”, apunta Curbelo.
Por su parte, el consejero de Patrimonio del Cabildo, Adasat Reyes, pone en valor las tareas de conservación realizadas y destaca su adecuación a las exigencias de la Comisión Insular de Patrimonio y al Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) de San Sebastián de La Gomera.
Asimismo, Reyes adelanta que ahora se trabaja en dotar al recinto de nuevas medidas de seguridad que garanticen la conservación del inmueble y que minimicen los riesgos ante pintadas o acciones que afecten al correcto estado de la edificación.