La asamblea local de Sí se puede en Valle Gran Rey ha puesto en conocimiento de distintas administraciones el vertido y compactación de inertes, probablemente provenientes de las obras que se realizan en la carretera general entre Acardece y Las Piedras Hincadas, en las pistas que hay en el Lomo de Garanduy.
Así se ha enviado información al respecto al Ayuntamiento de Valle Gran Rey, a la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural, a la Unidad de Medio Ambiente del Cabildo Insular y al Consejo Insular de Aguas. Del mismo modo, se ha enviado de manera telemática comunicación a la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, que cofinancia, junto al Gobierno de Canarias, las obras denominadas “Acondicionamiento de Tramo de Carretera GM-1 entre el P.K. 50+264 y el P.K. 51+919”
En opinión de Sí se puede, estos vertidos de inertes, que no tienen autorización municipal, ponen en riesgo los valores naturales del Monumento Natural Lomo del Carretón, que además es Zona de Especial Conservación de la Red Natura 2000, indicando que, al menos, existen tres especies vegetales en peligro de extinción que contienen poblaciones en las zonas que pueden verse afectadas.
Del mismo modo, la actuación puede tener efectos no deseados en los manantiales del Lomo del Carretón, así como en la cuenca del Lomo de Garanduy, cuenca donde se emplaza un azud desde el que se trasvasan las aguas de escorrentía para la Presa de La Quintana, situada en Acardece, y que surte de agua de riego a toda la Vega de Arure.
“Precisamente, en este barranco se proyecta realizar una inversión de 355.737,87 euros para la colocación de una nueva tubería que permitirá el trasvase de agua desde el barranco de Garanduy hasta la Presa de La Quintana por parte del Consejo Insular de Aguas, por lo que, en caso de producirse desprendimientos y deslizamientos de los inertes desde las pistas hacia la cuenca, este proyecto y las propias dinámicas hidrográficas podrían verse afectados” señalan desde Sí se puede.
Al mismo tiempo, los vertidos están alterando la topografía de las pistas, lo que provoca perjuicios a muchas de las fincas colindantes en lo referente a los accesos a las mismas, además de emisiones de polvo en el tránsito por la vía o en episodios de viento, lo que provoca daños a las explotaciones agrícolas y ganaderas cercanas.
Desde la asamblea local se señala especialmente la necesidad de que el Ayuntamiento de Valle Gran Rey se implique de forma inmediata en la defensa de los valores naturales que pueden verse afectados y en la integridad de las propiedades agrícolas y ganaderas del Lomo de Garanduy.
“En lo que particularmente afecta al Ayuntamiento de Valle Gran Rey, descontada la obligación de la vigilancia legal de las actuaciones que se realicen en el municipio, es de entender que las dos pistas son de titularidad municipal, al menos en parte, ya que ambas conducen a instalaciones cuya titularidad pertenece a la Corporación: la cochinera de Arure por una parte, y por otra los depósitos de agua potable que abastecen a la población de los barrios de Arure y Acardece, y por ello tendría que actuarse ante el promotor de la actuación por alteración de la realidad física” apuntan desde Sí se puede.
Para finalizar, desde la asamblea local instan a las autoridades competentes a actuar con celeridad para evitar que estos vertidos continúen. “Confiamos que tanto las autoridades ambientales, como las administraciones financiadoras, la dirección técnica de las obras de la carretera (José María Riera Pérez y Miriam Hernández Andreu) y la empresa contratista (Acciona Construcción S.A) resuelvan y corrijan de forma inmediata los vertidos de estos inertes” finalizan.