El campo y la mujer adquieren una relación especial en el caso concreto de La Gomera hasta el punto de convertirse en sinónimos. Hasta hace bien poco la práctica totalidad de este colectivo tenía que desenvolverse en el medio especialmente duro. Sobre sus espaldas recaía una doble y hasta triple responsabilidad; hacerse cargo de la familia, del hogar y muchas veces también de las tareas del campo. Por eso puede decirse que la mujer de La Gomera ha tenido que ser dura sin perder su humanidad y luchar por sacar a los suyos adelante pero sin dejar de ser generosa. Por todo ello, la celebración este fin de semana del día internacional de la mujer rural en la Isla adquiere un especial significado.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo, considera un acierto que se dedique una jornada a resaltar el papel jugado por este colectivo en una época especialmente dura. No obstante, cree que ha llegado el momento de reivindicar la vuelta al campo aunque lógicamente en mejores condiciones que en aquellos años. “Para ello hoy contamos con ayudas, mayor formación, más ventajas y tecnología, además, de un marco legislativo como es la nueva ley del suelo que apuesta por la recuperación de campo”.
Curbelo cree que en la actualidad se dan las condiciones para que las mujeres y los jóvenes vuelvan al campo y así diversificar la economía
Curbelo recuerda que el boom turístico de los años setenta y ochenta del pasado siglo dio lugar a que muchos gomeros emigraran a las zonas turísticas de las islas capitalinas buscando un futuro mejor, lo que supuso el abandono del medio rural. “El resultado es que hoy el campo cuenta con una población envejecida y por ello debemos apostar por la vuelta de la juventud y de la mujer a estas tareas. Nuestra obligación es recuperar la agricultura para diversificar la economía. No podemos apostar únicamente por el turismo y más cuando estamos dependiendo del exterior a la hora de adquirir unos productos que podemos obtener en nuestra tierra”.
Dentro de esa especial relación entre la mujer y el mundo rural de La Gomera encontramos un caso llamativo como es es el de Clara Santos Negrín natural de Arure quien en la actualidad cuenta con 103 años. Asumió el puesto de cabeza de familia cuando su marido tuvo que emigrar a Venezuela, como ocurrió en tantos hogares de La Gomera. Su hija, Clara Estrella Moreno Santos, indica que “ella fue nuestro padre y nuestra madre, el hombre y la mujer de la casa a la vez”. A todo ello habría que sumarle que se convirtió en una eficaz empresaria. Con el dinero que llegaba de Venezuela pudo comprar animales, tierras o contratar jornaleros.
“Nuestra vida siempre ha estado relacionada con el campo y con los animales; tanto la mía como la de mi madre, aunque yo no tanto. La vida de ella fue muchísimo más dura. No se puede comparar. Eran tiempos distintos”. Aunque en realidad no tanto: La Gomera rural en la que las mujeres tenían que ir a buscar el agua a las fuentes, lavar en los barrancos o cargar leña es más cercana de lo que parece. Pero pese a tantas penurias y a la obligación de ser dura para hacer frente a las dificultades, su hija dice que su madre siempre fue “muy humanitaria, ayudó a mucha gente”.
Existen casos como el de Clara Santos Negrín de 103 años quien asumió todas las tareas de su hogar después de que su marido emigrara a Venezuela
Por ello, cree que la celebración del día de la mujer rural es más que merecido porque todas ellas emplearon cada momento de sus vidas en sacar adelante a su familia. En el caso de Santos Negrín, ahora ha visto, en parte, recompensado tanto esfuerzo con los homenajes que cada cierto tiempo le han hecho, como ocurrió con el Cabildo cuando cumplió cien años. La diferencia con la vida actual es abismal; Moreno Santos dice que sus dos hijas tienen trabajos sin relación alguna con el campo, lo que no quita para que además ayuden en las tareas del hogar. En el caso de los hombres, “también todo ha cambiado mucho, antes no lavaban ni un plato”.
En la actualidad Santos Negrín es cuidada por su hija y por dos chicas, una de las cuales trabaja para el Ayuntamiento y la otra es fruto de la aplicación de la Ley de Dependencia. De la generación de su madre, dice que “fueron muy fuertes porque lucharon mucho” y precisamente, es ahora “cuando empieza a disfrutar un poquito”, con los merecidos homenajes que recibe cada cierto tiempo.
La consejera de Política Sociocultural, Patrimonio Histórico y Juventud, Rosa Elena García Meneses, indica que “afortunadamente” el desarrollo que ha experimentado la sociedad y el mundo rural en La Gomera ha permitido mejorar la calidad de vida de las mujeres que viven en estos ámbitos. “Ya existe otra visión y hoy es posible que se dediquen a tareas que hasta ahora han sido mal llamadas masculinas y no sólo están para el cuidado de la familia y la atención a los suyos. Los cambios han sido en positivo”. El año pasado con motivo de la celebración de este Día se llevó a cabo un reportaje fotográfico que ahora se expondrá en Hermigua.
María Candelaria Luis es el ejemplo de otra mujer luchadora, trabajadora y emprendedora que ha estado siempre ligada al campo. Ahora menos porque ya ha dejado la agricultura como medio de vida y prefiere dedicarse a la artesanía y más concretamente a la cestería. Lo que no quita que aún tenga su huerta “y me encanta cuidarla pero sólo para mi no para sacar beneficios”. En realidad, María Candelaria nació en el municipio tinerfeño de Los Realejos y hace treinta años que se desplazó a La Gomera.
Supone, por lo tanto, el ejemplo de la mujer que se incorpora al mundo rural cuando lo corriente desde hace unos años es recorrer el camino inverso y hacer todo lo posible para abandonarlo. En estos años también se ha dedicado a elaborar dulces, cuidar mayores y a otras tareas relacionadas con el campo. Cree que a lo largo del tiempo, “sin duda se ha avanzado mucho. Hoy las mujeres están más profesionalizadas, participan en cursos y ya no están tan sometidas a las penurias del mundo rural como antes que tenían que cargar con cuatro niños y cuatro cabras”.
Defiende que en el pasado las mujeres de La Gomera lo han pasado muy mal. “Eran las que llevaban la batuta de la casa, criaban a los hijos y a los animales, tenían que ir al barranco a lavar la ropa… en fin un montón de tareas que eran aún peores cuando los maridos tenían que emigrar. Nadie duda de que quien ha sacado realmente a la familia adelante ha sido la mujer de La Gomera”, indica por último.