El trámite parlamentario del presupuesto canario para 2018 ha comenzado hoy con un debate en el que el PSOE ha sido el grupo más crítico, lo que ha llevado a CC a acusar de «resentimiento» a su diputado Iñaki Lavandera y a sugerir a la nueva dirección socialista que escoja a otro portavoz para sumar a este partido al acuerdo con PP y ASG.
La consejera de Hacienda, Rosa Dávila, presentó el proyecto de presupuestos en comisión parlamentaria y pidió que prevalezca el diálogo para que con las aportaciones de todos salgan adelante estas cuentas, que prevén un gasto de 8.239 millones de euros, un 12,8% más que en 2017, sobre todo por las negociaciones con el Estado para desvincular los fondos del REF del sistema de financiación autonómica.
Ningún grupo ha anunciado de momento la presentación de una enmienda a la totalidad, en un debate en el que el Podemos y sobre todo el PSOE se han mostrado como los más críticos con unos presupuestos pactados por CC, PP y ASG, mientras Nueva Canarias ha considerado que es hora de gestionar bien «los extraordinarios ingresos» obtenidos.
Iñaki Lavandera, portavoz del PSOE en la comisión de presupuestos, consideró una buena noticia el aumento de recursos presupuestarios, pero denunció que el Gobierno de Canarias no ha apostado por la cohesión social, puesto que en términos relativos disminuye el gasto en sanidad, educación y políticas sociales.
Así, aunque crece el gasto sanitario en términos absolutos hasta niveles nunca vistos desde 2009, en relación con el PIB ha bajado del 7,18% al 6,29%, dijo Lavandera, y añadió que también se reduce el esfuerzo relativo en educación y en políticas sociales, que crecen un 8% frente a un 12,8% del presupuesto autonómico.
«No hay una apuesta por los servicios públicos pese a que hay más dinero», insistió el representante del PSOE, quien también mostró su decepción en cuestiones como los descuentos fiscales para dar a luz en las clínicas privadas.
Tampoco considera Lavandera que el proyecto de presupuestos favorezca la cohesión territorial, sino «el clientelismo político», dado el desequilibrio inversor entre las islas.
El presupuesto, en opinión de Lavandera, tampoco apuesta por un cambio en el modelo productivo, ya que se fía toda la inversión a la construcción en detrimento de la economía del conocimiento.
«Tienen más recursos, pero profundizan en la desigualdad, la insolidaridad y el cemento», resumió el representante del PSOE.
Sus críticas fueron respondidas por el portavoz de CC, José Miguel Ruano, que calificó su intervención de «poco ilustrada» y le acusó de actuar con resentimiento y desde posiciones «destructivas».
«Quiero tender la mano a la nueva dirección del PSOE, a veces si se elige mal el portavoz las cosas no son expresión del cambio que ha habido en el partido», subrayó Ruano.
Aunque Ruano reconoció que le había molestado la intervención de Lavandera, insistió en que su grupo tiene la voluntad de incorporar al PSOE al acuerdo presupuestario, ahora que «hay un antes y un después en el régimen de ingresos».
Por el PP intervino José Tomás Estalella, quien señaló que el PP apoya el presupuesto por responsabilidad, dado el incremento histórico de la financiación estatal en un 21%, aunque puso en duda la capacidad de gestión del Gobierno dado el bajo nivel de ejecución de las cuentas de este año.
La ambición del PP en cuanto a la rebaja del IGIC era mayor, «pero se ha conseguido una parte», dijo el diputado del PP, quien avisó de que el apoyo de su grupo «no es un cheque en blanco» y se mostró muy crítico con la desigual distribución de las inversiones entre las islas, algo que su partido tratará de corregir con enmiendas parciales.
Noemí Santana, de Podemos, agradeció el cambio de actitud del Gobierno al abrir el diálogo sobre los presupuestos antes de aprobarlos y al incorporar algunas de las peticiones de su partido, como la supresión de la tasa rosa y la rebaja del IGIC a los jóvenes que compran su primera vivienda.
Sin embargo, el presupuesto no incluye políticas para un cambio en el modelo productivo, sino que incide en el desarrollismo sin aplicar políticas contra la pobreza y el desempleo, ni avanzar en una política fiscal progresiva.
«No hay un proyecto de futuro que no sea continuar por la misma senda, por eso el Gobierno ha buscado el acuerdo con el bloque conservador» que representan PP y ASG, dijo Santana, quien denunció la existencia de una «administración paralela de asesores, cargos de confianza y personal eventual» en el ejecutivo.
Román Rodríguez, de Nueva Canarias, puso de relieve el aumento «espectacular» de los ingresos, derivado de las negociaciones de su partido para pactar el Gobierno central los presupuestos estatales, y pidió reorientar el gasto a políticas sociales, lucha contra la pobreza, i y violencia de género, porque ahora «lo más importante es gestionar buen los recursos disponibles».
En cuanto a las fiscales, aunque señaló que su partido no es partidario de medidas aisladas, consideró que en este caso son «razonables y correctas», excepto en el caso del descuento del IGIC a la telefonía móvil, que supondrá un coste de 40 millones de euros que se podría destinar a un plan contra la pobreza.
Melodie Mendoza, representante de ASG, consideró que los presupuestos son coherentes con el objetivo de mejorar los servicios públicos y las políticas sociales, aunque su partido presentará enmiendas parciales en algunos puntos.