El Ayuntamiento de Valle Gran Rey ha sustituido farolas de todo el municipio (Arure, Acardece, Las Hayas, Taguluche…) por equipos LED a través de una subvención del Gobierno de Canarias. Para poder llevar a cabo estas actuaciones, ha sido necesaria una importante inversión económica, que el Ayuntamiento de Valle Gran Rey junto con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en el marco Operativo de Canarias 2014-2020, ha hecho posible.
Como ejemplo, hay ya datos concretos de mejora y logros. Se reduce la potencia un 50% lo que se traduce en un ahorro para las arcas municipales de 8.000 euros al año. Cabe acalarar que esto no significa que haya disminuido el número de puntos de luz, sino que la potencia es menor gracias a la tecnología LED.
Con estos cambios, se ha conseguido una mejora energética en forma de aumento de la eficiencia. Se disminuye el consumo de energía eléctrica, manteniendo los niveles de iluminación necesarios, y a consecuencia de ello se produce una reducción de la factura eléctrica, y de las emisiones de gases de efecto invernadero, producto de la generación de energía eléctrica mediante el mix energético de nuestro país.
Además, Valle Gran Rey cuenta, a partir de este año, con una auditoría energética, es decir, un análisis de situación que permite conocer el modo de explotación, funcionamiento y prestaciones de unas instalaciones de alumbrado, el estado en el que se encuentran sus componentes, sus consumos y sus correspondientes costes de explotación. Esta información es la base para llevar a cabo un plan de acción de viabilidad técnico-económica de posibles mejoras para los próximos años, con el objetivo de tener unas instalaciones de alumbrado de calidad y más rentables en el municipio.
Para el alcalde del municipio, Ángel Piñero, esta opción “es una muestra más del buen hacer de este Consistorio, preocupado por cumplir con todos los servicios pero a través de necesarias subvenciones que empleamos en un mejor servicio y ahorro para el municipio, sin olvidar el cuidado del medioambiente que esta mejora supone”. Las actuaciones llevadas a cabo en el Valle son respetuosas con la Ley para la Protección de la Calidad Astronómica de los Observatorios del IAC, contribuyendo a una menor contaminación lumínica, gracias a un control más preciso del haz de luz, tanto en orientación como en intensidad, que nos ofrecen las luminarias LED. No obstante, no se trata solamente de reducir los excesos de consumo en las instalaciones de alumbrado, sino que también favorece a una mayor protección del medio ambiente. La fauna, y en especial los insectos, están adaptados para vivir en el mundo nocturno y su ciclo vital se ve afectado seriamente por los focos de luz blanca o azulada. Colocando luminarias con temperatura de color no superior a los 4000ºK, color amarillento o ámbar, estos dejan de sentirse atraídos por los puntos de emisión de luz artificial, pasando desapercibidos para sus receptores.