Desde Sí se puede en Valle Gran Rey entienden que las maneras que muestra el gobierno municipal en la convocatoria de las ayudas a la emergencia social caen de lleno en la improvisación y en el asistencialismo, y tildan de opacas y poco afortunadas las formas del alcalde de anunciar estas ayudas.
“No nos parece serio que a finales de noviembre sea cuando se anuncien a bombo y platillo y para lucimiento del alcalde estas ayudas, y más cuando desde marzo está operativo el presupuesto municipal” manifiesta Andrea Witt, portavoz de la formación de izquierdas en Valle Gran Rey.
Para la asamblea local de Sí se puede, “vincular las ayudas de emergencia social a las fechas navideñas es un despropósito: las emergencias sociales no entienden de fechas. Estas ayudas deben estar operativas y abiertas a toda la ciudadanía durante todo el año y no solo cuando llega diciembre”.
La portavoz insiste: “en la nota anunciadora de esta convocatoria el alcalde señala que esta es una de las gestiones más urgentes para el grupo de gobierno; menos mal, porque si no, directamente no las sacan. Esa urgencia y prioridad no se detectan cuando se saca la convocatoria en diciembre ni cuando en los presupuestos municipales se destinan 3.000 euros para esto y 125.000 en fiestas populares y festejos. Deberían hacerle caso al eslogan de la convocatoria: la emergencia no puede esperar”.
Desde Sí se puede se señala que el grupo de gobierno debería gestionar más y mejor la política social, apostando por la promoción, la prevención y la integración de las personas, y reduciendo el asistencialismo o la emergencia.
“En Valle Gran Rey existen situaciones sociales que demandan una política más fundamentada, continua y estratégica. Vivimos en el sitio con los alquileres más altos de La Gomera, con la cesta de la compra más cara y donde se ven fenómenos de precarización laboral muy potentes. Además, en los barrios de Taguluche, Arure y Las Hayas, existen situaciones de envejecimiento de la población y despoblamiento, con gente mayor que vive sola y algunas personas con enfermedades inhabilitantes, con lo que las políticas sociales se complican” explica Witt.
Para la asamblea local de Sí se puede, en esta legislatura en las políticas sociales de Valle Gran Rey se ha ido imponiendo un asistencialismo graciable y discrecional, una vuelta a criterios propios de la beneficencia, y con una instrumentalización de los recursos públicos como medios de control social.
La portavoz insiste: “De la opacidad de la convocatoria de estas ayudas habla que no han salido publicadas en ningún boletín, ni se sabe la cuantía, ni las condiciones mínimas para optar a ellas. Parece que se ha estado esperando a que otras administraciones y entidades como el Gobierno de Canarias, FECAM, Caja Canarias y la Fundación La Caixa den fondos para completar los fondos, y eso no parece obedecer a una planificación seria y asentada para desarrollar las políticas sociales que un municipio como Valle Gran Rey está demandando”.
Para finalizar, desde Sí se puede en Valle Gran Rey se muestra preocupación por la posible saturación que sufrirán los servicios municipales a finales de año. “Si ya durante el resto del año, las personas que trabajan en el servicio están muy ocupadas en intentar satisfacer las distintas situaciones sociales que se presentan, dejarles dos semanas para resolver las ayudas va a ahondar en situaciones laborales de estrés y colapso”.