Dos de las diputadas de Podemos en Canarias, Concepción Monzón y Natividad Arnaiz, la parlamentaria nacional Carmen Valido y el consejero de Fuerteventura Andrés Briansó se han desmarcado hoy del acuerdo al que ha llegado su partido con PP, PSOE y NC para la reforma del sistema electoral de las islas.
«Esta propuesta no es la reforma que quiere ni la mayoría social del archipiélago ni Podemos Canarias», ha resumido en nombre de los cuatro Monzón, que asegura que existe «preocupación» en muchos militantes del partido en las islas por el camino hacia el que se están dirigiendo los posibles cambios en el sistema electoral.
El principio de acuerdo al que han llegado PP, PSOE, NC y NC en la ponencia parlamentaria que debate esa reforma pasa por rebajar los porcentajes mínimos exigidos para que una lista electoral tenga acceso a la Cámara y por elevar el número de diputados de los 60 actuales a 70 (el máximo que permite el Estatuto vigente).
De esos diez escaños, uno se asignaría a Fuerteventura en reconocimiento a su aumento de población (lo que la igualaría en diputados con La Palma) y los otros nueve se repartirían conforme a un colegio de restos, lo que, de facto, favorecería a las dos islas con mayor población, Tenerife y Gran Canaria.
En rueda de prensa, Concepción Monzón ha admitido que su grupo parlamentario sí está en ese principio de acuerdo, aunque ha recalcado este no gusta a muchos cargos públicos y militantes del partido, porque temen que tenga consecuencias no deseadas.
Monzón ha subrayado, en este sentido, que los nueve diputados asignados por el colegio de restos no van a corregir uno de los principales problemas que observan en el sistema electoral canario: la traslación del número de votos en número de escaños.
En este sentido, ha recordado que si el nuevo colegio de restos se aplicara a los resultados de las urnas en las autonómicas de 2015, CC seguiría siendo el partido con más diputados, a pesar de haber sido la tercera opción en votos, por detrás de PSOE y PP.
Concepción Monzón sospecha que este acuerdo se haya hecho «para contentar» a CC, aunque la formación nacionalista de momento diga que lo rechaza, y advierte de que puede servir de coartada para cerrar el debate y provocar que esta sea la reforma definitiva.
A juicio de los cargos públicos de Podemos que comparten su postura, su partido solo debería aceptar ese principio de acuerdo si se cumplen dos premisas: que solo sea un primer paso, para seguir introduciendo mejoras en el sistema electoral de Canarias, y que no incremente el gasto que ya supone el Parlamento autonómico.
Desde su punto de vista, este segundo principio no se cumple, ya que calculan que ampliar la Cámara en diez diputados implicaría un gasto adicional de 700.000 euros al año, cuando Podemos lleva toda la legislatura proponiendo que se rebaje el sueldo de los diputados, algo a lo que se han opuesto el resto de partidos.
Para Monzón, Arnaiz, Valido y Briansó, el modelo electoral más justo es el que se derivaría de sustituir las siete circunscripciones insulares por una sola autonómica, lo que obligaría cada partido a presentar una sola lista para todo el archipiélago.
En su opinión, eso evitaría que la política canaria siga sufriendo «debates insularistas rancios», sin perjudicar la defensa de los intereses de cada territorio, que ya son representados por los cabildos. «Somos siete islas, sí, pero no estamos aisladas unas de otras», ha argumentado Monzón, que considera que los diputados del Parlamento deben ser «representantes de Canarias».
Además, estos cuatro cargos públicos defienden que, si no se avanza en esa vía en el Parlamento de Canarias porque allí en acuerdo no es posible, se puede conseguir en el Congreso de los Diputados a través de la reforma del Estatuto, porque en las Cortes Generales el juego de mayorías «es diferente».