Hay momentos políticos especialmente exigentes, episodios que deben afrontarse desde los diferentes partidos con altura, responsabilidad e inteligencia. Nuestra región vive estas semanas uno de esos capítulos que las distintas fuerzas tienen que gestionar colocando la construcción y la unidad de Canarias muy por encima de cálculos electorales e inquietudes orgánicas.
Hay situaciones en las que la tensión o la crispación no son buenas compañeras de viaje. La reforma de nuestro sistema electoral es una de ellas. La espiral de reproches en la que se ha entrado de semanas a esta parte invita a una reflexión y, sobre todo, anima a que recapacitemos sobre el descrédito que el enfrentamiento y la confrontación pueda estar generando, y a buen seguro así está ocurriendo, a pie de calle.
Canarias no se construye echando a pelear a unas islas con las otras. Canarias no se hace despreciando los argumentos de quienes viven en una u otra isla. Canarias no se articula desde el reproche, la descalificación o la confrontación territorial. Canarias no crece alimentando la idea de que islas capitalinas y no capitalinas carecen de un proyecto en común que deba avanzar hacia una mayor justicia social y territorial.
Así no. Así no se vertebra la idea de un solo pueblo. Así se divide, no se une. Así se siembran recelos, heridas e incomprensiones que nos debilitan como comunidad. Así no se puede abordar la reforma de un sistema electoral que debe perseguir un objetivo que compartimos: garantizar una adecuada y justa representación de los territorios, de las poblaciones y de todas las formaciones políticas.
A quienes intentan que a ojos de la ciudadanía Agrupación Socialista Gomera (ASG) en su firme defensa de las reivindicaciones y necesidades de los gomeros está desentendiéndose del interés general de Canarias les decimos, alto y claro, que no es así. Si alguien cree que defender una correcta representación de las islas menos pobladas equivale a torpedear una mejora del sistema electoral es que ni entiende ni siente Canarias.
Canarias solo es posible si el modelo de representación garantiza que todos los canarios, vivan en la isla que vivan, protagonizan de manera efectiva, justa y equilibrada la vida parlamentaria y las decisiones que se adoptan en ese escenario. Canarias solo es posible si no se da la espalda a las islas menos iguales, a los territorios, realidades, urgencias y necesidades no capitalinas. Canarias no puede avanzar hacia una sociedad más moderna, solidaria y equilibrada si se apoya un sistema electoral que obligue a La Gomera, La Palma, El Hierro, Fuerteventura o Lanzarote a bajar la voz en la Cámara.
ASG no es un obstáculo para que por fin nuestro Archipiélago cuente con un Estatuto de Autonomía de primer nivel, con el desarrollo y las competencias que las Islas merecen. No somos el problema. Somos parte de la solución porque abanderamos un modelo de representatividad que sí atiende y refleja fielmente la Canarias del siglo XXI. Apoyamos la mejora del sistema, pero no apoyamos fórmulas que de seguir adelante provocarían una fractura y un alejamiento de los ciudadanos de las islas capitalinas respecto a los de las no capitalinas. Y sobre todo, el reproche social por el aumento de las cargas económicas que soportan los ciudadanos.
Respetamos a quienes piensan diferente. Y entendemos que tienen sus razones. Nosotros simplemente intentamos exponer las nuestras. No hay que echar a pelear a las Islas insinuando que unas quieren apuntalar privilegios frente a otras. No es justo y además no es verdad. Hay que estar a la altura de un debate ciertamente exigente porque de lo contrario estaremos abonando la desafección ciudadana frente a la política y sus representantes. Ese no es el camino. No es la dirección correcta instalarse en la descalificación de las voces que, en algunos territorios con mayores dificultades, piden un sistema electoral verdaderamente canario, capaz de dar voz a todos por igual y no a unos más que a otros.
Agrupación Socialista Gomera está arrimando el hombro para que las Islas cuenten en su nuevo Estatuto de Autonomía con un sistema electoral justo, solidario y archipiélagico. Animamos a otras fuerzas políticas a que, como hemos hecho nosotros, coloquen la canariedad por encima de siglas, cálculos electorales o inquietudes partidistas. Canarias solo es posible si se cuenta pero de verdad con las islas no capitalinas, con los territorios menos iguales. Y en ese objetivo han contando y pueden seguir contando con ASG. Somos parte de la solución, en ningún caso un problema para que siga adelante una reforma del Estatuto que esta vez no puede volver a frustrarse.
Sigo diciendo lo mismo en el tema de la reforma electoral: que cada diputado de Canarias actúe de acuerdo con su conciencia o de acuerdo a la obediencia a su partido. Y que los partidos políticos hagan lo mismo. La historia nos juzgará a unos y a otros.