La lucha por los plenos derechos de los matrimonios gay y de sus hijos continúa, y aunque la ley estadounidense reconoce las uniones legales entre personas del mismo sexo, aún lo hace de modo incompleto y con una carga de injusticia para los hijos de esas parejas.
En ese contexto se da la lucha legal del pequeño Ethan Dvash-Banks, de 16 meses e hijo de una pareja homosexual, para que le sea reconocida la ciudadanía estadounidense.
De acuerdo al relato de la televisora NBC News, Elad Dvash-Banks, de nacionalidad israelí y padre de Ethan, conoció enen Israel a Andrew, de nacionalidad estadounidense, y entablaron una relación. Luego, viajaron a Canadá y allí se casaron, pues entonces (2010) el matrimonio homosexual aún no era reconocido en EEUU. Más adelante, con apoyo de una madre subrogada, la pareja tuvo dos hijos mellizos, cada uno concebido con esperma de uno de los padres, pero con la misma madre. Los niños nacieron con pocos minutos de diferencia. Uno es Ethan, el otro su hermano Aiden.
Pero el gobierno de EEUU solo le reconoce la nacionalidad estadounidense a Aiden, hijo de Andrew, y no a Ethan, hijo de Elad, que es israelí. Esa diferencia es considerada por la pareja y por organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGBTQ como una injusticia, y por ello se ha presentado una demanda judicial para lograr que a Ethan se le dé la nacionalidad estadounidense.
El argumento es que Ethan, al ser hijo de un matrimonio en el que una de las partes es estadounidense, tiene también derecho a la ciudadanía. Pero el Departamento de Estado no reconoce los matrimonios homosexuales realizados en el extranjero, y por ende no concede a Ethan la ciudadanía.
La demanda rechaza que el hecho de que la boda se haya dado fuera de EEUU cancele los derechos a la ciudadanía de Ethan (y de otros niños en su caso) e indica que los hijos de un estadounidense que se casa en el extranjero tienen los mismos derechos a la ciudadanía sin que en ello importe dónde nacieron o que su otro padre sea extranjero.
De acuerdo a NBC News, otra demanda similar fue interpuesta a nombre de Allison Blixt y Stefania Zaccari, la primera estadounidense y la segunda italiana, que se casaron en Londres y cada una dio a luz a un niño. Pero el gobierno estadounidense no reconoció su matrimonio y solo ha concedido la nacionalidad estadounidense al hijo de Blixt.
La organización Immigration Equality asiste a ambas parejas en su demanda judicial.
En el fondo del asunto, se alega en el contexto de la demanda, reside que los matrimonios homosexuales aún no son respetados y considerados en plena igualdad con los matrimonios heterosexuales, y eso es especialmente punzante en el caso de niños concebidos vía inseminación artificial y con madres sustitutas, que deberían ambos tener derecho a la ciudadanía en tanto que son hijos de una pareja casada.
En el caso de ambas parejas, los hijos fueron considerados por las autoridades estadounidenses como nacidos fuera de matrimonio (aunque sus padres estuviesen legalmente casados en ceremonias realizadas en el extranjero) y por ello solo reconoció la ciudadanía al hijo de la parte estadounidense.
Además, el no reconocer el matrimonio homosexual en el extranjero (en cambio, la unión en el extranjero de personas heterosexuales usualmente es reconocida por el gobierno estadounidense) ha traído otros problemas además de que se le niegue la ciudadanía a Ethan o al hijo de Zaccari. Elad, padre de Ethan, no tiene estatus legal permanente para residir en EEUU (a donde la pareja se mudó para residir en Los Ángeles) y solo tiene una visa de turista que ya expiró.
Así, el objetivo de la demanda de la pareja es doble: que se haga justicia a Ethan para que tenga los mismos derechos que su hermano y que el matrimonio de Elad y Andrew sea reconocido, para propiciar el reconocimiento de la ciudadanía y permitir resolver el status migratorio de Elad (el cónyuge de un estadounidense tiene derecho a residir legalmente en el país y, tras cierto tiempo y requisitos, a solicitar la ciudadanía).
La demanda está en marcha y aunque aún es incierto cuál será el resultado, las posibilidades son auspiciosas pues, tras el reconocimiento legal pleno al matrimonio homosexual en EEUU, es posible comenzar a actualizar normas y procedimientos que ya no son compatibles con el actual contexto de igualdad matrimonial.