El titular de la sección sexta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha rechazado este lunes la petición del abogado de dos de los acusados de anular la causa que se sigue por una presunta trama de sobornos en la Gerencia Territorial del Catastro de Santa Cruz de Tenerife.
La petición de anulación la ha hecho el abogado de los funcionarios Jesús D. D. y Paloma C. I., y para ello alegó que el titular del Juzgado número 1 de La Laguna no era el competente para hacer las diligencias previas, ya que los supuestos delitos se habrían cometido en la oficina del Catastro de la capital tinerfeña.
También reclamó la anulación porque aseguró que los agentes de la Guardia Civil iniciaron las investigaciones antes de que presentase la denuncia de supuestos delitos de cohecho, prevaricación, falsedad en documento público, infidelidad en la custodia y organización criminal.
El Ministerio Fiscal pide entre 9 y 28 años de prisión para los acusados, de los que dos son funcionarios, mientras que los demás trabajaban en algunos casos como agentes inmobiliarios o de seguros y en una notaría. La acusación se debe a que al parecer se resolvían de forma rápida expedientes a cambio de dinero, al menos desde 2010 y hasta 2014.
Al parecer, también se alteraba la titularidad de parcelas, tanto de personas vivas como recién fallecidas; se modificaban superficies y trazados; se reducían impuestos y se llevaban a cabo otros trámites irregulares, según la denuncia.
La acusación se mantiene para 14 personas, de las que 13 se han sentado este lunes en el banquillo, y una de ellas no se ha presentado, por lo que se ha dado la orden de busca y captura. Dos han sido absueltos y se presentarán como testigos durante los próximos días.
El principal acusado, Jesús D. D., ha declarado y se ha negado a responder a las preguntas de la abogada del Estado, mientras que sí ha dado respuesta al Ministerio Fiscal, a quien ha explicado que accedió por concurso de méritos al catastro, donde era jefe de Planificación Informática.
Jesús D. D. ha señalado que el 90% de su trabajo era de informático, y el 10% lo dedicaba a realizar expedientes. Ha asegurado que no tenía acceso a las claves del resto de personal del Catastro.
Entre los acusados hay dos sobrinos de Jesús D. D., uno de los cuales está desde este lunes en busca y captura, mientras que el otro le adeuda dinero, según ha declarado durante el juicio.
En cuanto al hecho de que dos compañeros del Catastro hayan dicho que utilizó sus claves para acceder a documentación, Jesús D. D. ha replicado que si hubiese cambiado las contraseñas ellos lo habrían notado porque no habrían podido acceder a la información porque desconocerían la nueva contraseña.
Además, ha afirmado que hasta el día que fue detenido no conocía a Abelardo S. H., otro de los acusados, mientras que a Juan F. lo trató porque éste fue representante de una empresa que hacía revisiones catastrales, y ha asegurado que tampoco sabía quienes eran José Juan R. D. y Manuel Jesús M. N.
También ha declarado Paloma C. I., jefa de Planificación Urbanística del Catastro, quien ha coincidido con Jesús D. D. en que por lo general los expedientes más sencillos se tramitaban antes, con independencia de la fecha de entrada, porque si de esperar a resolver antes los complejos se tardaría demasiado tiempo en casos simples.
Paloma C. I. y Jesús D. D., que se conocieron en 1998, cuando ella llegó a la oficina del Catastro, conviven juntos desde 2013, y en la actualidad él está de baja médica, mientras que ella continúa en el puesto que ocupaba.
Ha asegurado Paloma C. I. que Jesús D. D. nunca le ha propuesto hacer informes para obtener dinero, y ha insistido en que jamás ha cobrado por hacerlo, para explicar que su situación económica es buena.
Paloma C. I. ha reconocido que conocía a los sobrinos de Jesús D. D., pero no por cuestiones laborales sino familiares, igual que a Manuel Adolfo S. N. Respecto a que la Guardia Civil haya dicho que uno de los expedientes no está en el archivo ha afirmado que las pérdidas se producen con mucha frecuencia.
En cuanto a si en la habitación de Jesús D. D. había sellos de caucho y anotaciones, Paloma C. I. ha indicado que desconoce lo que había en el dormitorio de él, y ha afirmado que tampoco conoce a otros tres de los acusados.