El físico británico Stephen Hawking ha fallecido a los 76 años en su casa de Cambridge, según fuentes de la la familia.
El científico pasará a la historia, entre otros méritos, como creador de la teoría del «big bang», término con el que se refirió al origen del espacio y el tiempo, pero también fue un estudioso de los agujeros negros que, según expuso, no son completamente negros ya que emiten radiación.
Su obra Breve historia del tiempo, de 1988, recoge buena parte de sus descubrimientos y teorías y ha tenido ventas superiores a los 25 millones de ejemplares.
Hawking reconsideró su propia teoría sobre los agujeros negros en 2004 y expuso una nueva, que cuestiona que sean una especie de pozo sin fondo, como él mismo había mantenido. En julio de 2015 presentó en la Royal Society de Londres un proyecto de búsqueda de vida extraterrestre.
El físico teórico, nacido en una familia de intelectuales de Oxford el 8 de enero de 1942, fue diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) en 1963. Sentado en una silla de ruedas, desde 2005 sólo podía comunicarse moviendo un músculo bajo su ojo con el que accionaba un sintetizador de voz.
El pasado mes de julio, el astrofísico británico arremetió contra la decisión del presidente de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo de París contra el cambio climático, porque “pone en peligro a nuestros hijos”.
Según recoge el periódico El País, a los 22 años le fue diagnosticada una esclerosis lateral amiotrófica, ELA, y los médicos le dieron solo dos años de vida. Pero vivió 54 años más. La enfermedad le dejó en una silla de ruedas e incapaz de hablar sin la ayuda de un sintetizador de voz. Redujo el control de su cuerpo a la flexión de un dedo y el movimiento de los ojos. Su apabullante intelecto, su intuición, su fuerza y su sentido del humor, combinados con una destructiva enfermedad, convirtieron a Hawking en símbolo de las infinitas posibilidades de la mente humana, y de su insaciable curiosidad.
«Aunque había una nube sobre mi futuro, encontré, para mi sorpresa, que disfrutaba más de la vida en el presente de lo que la había disfrutado nunca», dijo en una ocasión. «Mi objetivo es simple. Es un completo conocimiento del universo, por qué es como es y por qué existe».
Amigos y colegas de la Universidad de Cambridge le han rendido tributo con un vídeo sobre la trayectoria vital y científica de Hawking -nombrado siempre como «Professor Hawking», que era como se le citaba en el mundo de la ciencia- y un texto de homenaje, en cuyo penúltimo párrafo se resume una conferencia del profesor en su 75º cumpleaños: «Ha sido un momento glorioso estar vivo e investigar sobre física teórica. Nuestra imagen del Universo ha cambiado mucho en los últimos 50 años, y estoy feliz de haber hecho una pequeña contribución».
El profesor Stephen Toope, vicerrector de la Universidad de Cambridge, también le ha rendido tributo con estas palabras: «El profesor Hawking fue un persona única que será recordada con cariño y afecto no solo en Cambridge, sino en todo el mundo. Sus contribuciones excepcionales al conocimiento científico y a la popularización de la ciencia y las matemáticas han dejado un legado indeleble. Su personaje fue una inspiración para millones. Le echaremos de menos».
Stephen William Hawking, nacido el 8 de enero de 1942 en Oxford (aunque su familia vivía en Londres), ya despuntó en el colegio de St. Albans, localidad a la que se mudó su padre. Allí sus compañeros lo apodaron «Einstein» por su interés por la ciencia.
Hawking saltó a la fama junto a su colega Roger Penrose a finales de la década de 1960. El motivo, su teoría de la singularidad del espacio tiempo. Los dos físicos aplicaron la lógica de los agujeros negros al universo entero, asunto que el primero detallaría más tarde para el gran público en Breve Historia del Tiempo, del Big Bang a los agujeros negros (1988).