El senegalés fallecido ayer en Lavapiés, Mame Mbaye, llegó en patera a Canarias hace doce años y vivía desde hace tiempo en Madrid, donde estaba muy involucrado con las asociaciones que trabajan en defensa de los derechos de las personas sin papeles, como era su caso.
Fuentes de la red Interlavapiés y de la Asociación sin papeles de Madrid, con la que colaboraba Mame, han dado esta información a Efe sobre el senegalés, de 34 años, al que han definido como una persona «muy tranquila» y «muy noble».
«Su consigna favorita era sobrevivir no es delito«, dicen.
Las mismas fuentes han explicado que el ahora fallecido llegó en patera a Canarias hace doce años y en la actualidad vivía en la calle Mesón de Paredes, en el madrileño barrio de Lavapiés donde falleció ayer por la tarde al sufrir un paro cardiaco.
Mame, que no tenía ningún tipo de autorización o permiso de residencia, se dedicaba a la venta callejera de perfumes y formaba parte del Sindicato mantero y latero de Madrid.
Amigos cercanos del fallecido han asegurado que la familia de Mame, que reside en Senegal, ha pedido que su cuerpo sea repatriado para enterrarlo en su país de origen.
Agentes municipales aseguran en un atestado policial que el mantero no huía de un control cuando sufrió un paro cardíaco, sino que la operación contra el top manta se desarrolló con anterioridad en la Puerta del Sol.
Esta versión contrasta con la ofrecida ayer mismo por algunos vecinos que aseguraron que Mame corría delante de dos agentes municipales que iban en moto cuando se desplomó, y con la dada esta mañana por varios compatriotas que han relatado a Efe que el hombre murió mientras era perseguido por la Polic